miércoles, 17 de julio de 2013

DESAFÍOS ACTUALES Y LA FE IV


 Los desafíos actuales y la fe del futuro.
“La Paradoja le la fe” Pag 103, 104 ed. Sígeme A. Gesché


Nos encontramos en un giro decisivo de la historia, pues esta expresión se ha convertido en algo manoseado y banal… En cambio, el giro actual no solamente nos sorprende por lo imprevisto, sino que también nos pilla a contracorriente. De ahí nuestro desconcierto y malestar. Asistimos, en efecto, a un avance del neoliberalismo en todos los órdenes: social, político, económico y filosófico.

Comprobamos también un clima de sospecha respecto a las solidaridades, a un repliegue individual, a la renuncia a ciertos compromisos sociales y finalmente  (y sobre todo) a una sensación de cansancio, casi de nerviosismo con relación a las posturas cristianas ante los problemas del mundo, postura asumidas con tanto afecto en las últimas décadas. De ahí el desconcierto.
Sensación de cansancio...
ante los problemas del mundo

… El desconcierto procede de que parece un desmentido a las prácticas y a las teorías que parecían haber sido unas conquistas definitivas y evidentes de la fe, tanto en la perspectiva de la fidelidad al evangelio como en la de las aspiraciones del mundo…
¿Cómo reaccionar a todo esto? Yo diría, con una simple palabra-clave, que “con sangre fría”, que quiere decir casi lo mismo que con fe.
Desconcierto...

Esta misma es la reacción que hay que tener hoy: no condenar, no reprobar, no rechazar la escucha de lo que pasa hoy sino ver lo que puede tener de positivo, lo que esta nueva circunstancia puede enseñarnos a revisar y corregir, a qué nos pueden llevar las nuevas tendencias. Actuar de otra forma sería ilógico. En principio no hay ninguna razón, si queremos mantenernos fieles a la fe y a la escucha del mundo.
¿Cómo reaccionar ante todo esto?
... con fe
Estamos, pues, invitados, por el mundo y por el Espíritu de Dios, a no fallar en esta hora, la nuestra, la de hoy.
A mi juicio, ha sonado una hora decisiva. Hay que asumirla para poner a punto los valores que hemos descubierto hace tan poco tiempo y, a la vez, para abordar los nuevos que nos permitirán formar y formular nuestro proyecto cristiano cada vez mejor.

En los párrafos siguientes el autor aborda temas de sumo interés. Os deseamos que alguna vez podáis permitiros el lujo de poder leer este libro tan interesante y que nos ilumina sobre la presencia social de la fe en nuestra sociedad. 
("Paradoja de la fe" pp. 103, 104 ed. Sígeme A. Gesché)
Lo tenéis en nuestra biblioteca, así como el de "Cinco razones para creer" de Serafín Béjar,  de los cuales hemos extraído los textos publicados hasta hoy sobre la fe
 
LA HORA DECISIVA. NUESTRA HORA, HOY
 ENTENDER TEOLÓGICAMENTE LO QUE SUCEDE
a)     ruptura o fin de las ideologías
b)    crecimiento de los neoliberalismos

ENTENDER TEOLÓGICAMENTE NUESTOS ERRORES
a)     militantismo. El término “militantismo” connota cierto fanatismo y cierta sacralización de la fe…
b)    sacralización. Sacralizar es convertir una cosa que es relativa (aunque esté mandada) en algo absoluto. Es divinizar…
c)     moralización: Moralizando el problema no es como se responde a él verdaderamente; lo que se hace es expresar el resentimiento que provoca…
d)    culpabilización o dolorismo: Es esa desenfrenada atribución de la culpa que se complace en declararnos culpable más allá de toda medida. Hay que denunciar con valentía que en esta autoflagelación, que no es evangélica, se camufla un rechazo de la felicidad que resulta suicida…
e)     racionalismo: Pienso aquí en nuestra tradición católica que se ha opuesto con toda razón -esto hay que subrayarlo sin reserva- al fideísmo y al fundamentalismo. Es preciso instaurar y salvaguardar los derechos de la razón.
f)      uso de las ciencias humanas: como instrumentaos maravillosos de análisis y de descripción de los comportamientos humanos y no, como disciplinas normativas…

ENTENDER TEOLÓGICAMENTE NUESTRA RIQUEZAS

a)     no fallar a nuestra hora: … es verdad que (nuestras respuestas hoy) han de estar en constante readaptación y que siempre hay que estar ojo avizor a las cuestiones que se vayan planteando.
b)    recuperar nuestras palabras: hemos visto (cap I) que la fe escucha al mundo pero es verdad también que el mundo escucha nuestra fe. Además nuestras palabras son precisamente las de salvación, gracia, buena noticia, fraternidad, Dios etc. “La palabra urgente, ardiente, olvidada, es ésta: ‘Hombre ¡Dios es tu verdadera vida’!
“La gloria de Dios es el hombre viviente, pero la vida del hombre es ver a Dios”
……………




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