martes, 23 de julio de 2013

LA PARADOJA DE LA FE V


 (Es imposible sintetizar en unas líneas un contenido tan rico como se encuentra en este libro de 150 páginas. Animamos a los seguidores del Blog Dari a leerlo. Lo tenemos en la biblioteca. Lo pueden pedir en préstamo. Será el último texto que publicamos de este libro)

Fe y verdad
El creyente busca y desea la verdad como cualquier persona, e incluso más porque se lo exige su misma fe. Desea que su “yo creo” sea también un “es verdad”... En modo alguno pretende situarse o ser situado lejos y al margen del hábitat común de los hombres.
La idea de Dios podría ser la más hermosa y benéfica para el mundo, pero si su afirmación no fuera verdadera seríamos unos falsificadores.


Fe y  racionalidad

“La fe, testigo digno de confianza”. Pero ¿Qué derecho tiene en último término la fe para reivindicar así su lugar en el orden de la racionalidad y de la verdad? ¿Cuál es su derecho a que  le demos crédito así como su capacidad para abrirnos a la verdad? ¿De qué derechos o de qué lugar disponemos para descubrir en la fe esta adecuación para hacer y descubrir la verdad?
¿LA FE UNA LOCURA...?
La barquichuela se enfrenta al océano

……
En nota.
Se podría preguntar si al hablar de racionalidad de la fe no estamos cayendo en una simple negación de ella. ¿No es la fe una locura para el propio San Pablo? Hay que aclararse. Es locura para la racionalidad común la que nosotros llamamos aquí racionalidad del noüs (Inteligencia, razón)). Pero esta locura (de la que S. Pablo afirma que es sabiduría de Dios, ¡lo que no está nada mal!) No es una capitulación ante toda razón (por eso hablamos aquí de racionalidad del logos) la fe no desconfía de la razón; de lo contrario, no sería un acto humano., “La fe cristiana no es un grito zafio y solitario, sino un acto concertado, una significación intencional puesta y vivida en común”… La fe no es un grito. Si la fe fuera una negación absoluta de la razón tendríamos el derecho de ser ateos. O tendríamos que caer necesariamente en el fideísmo (fe ciega), Cosa que la tradición cristiana ha rechazado siempre y con todo derecho. No olvidemos que Pedro nos exhorta – lo cual significa claramente que es posible – a “dar razón (logos) de nuestra fe a quien nos la pida” (1ª de Pedro 3, 15). Y el creyente la pide también.


Creí por eso hablé
"La paradoja de la fe" Ed. Sígueme  2013 A. Gesché  (p. 39 y 69, 70)

La luz se va haciendo
poco a poco



   






ENTRE FE Y RACIONALIDAD

No hay comentarios:

Publicar un comentario