martes, 3 de diciembre de 2013

3 de diciembre, aniversario del nacimiento de S. Pedro Poveda

Del Epistolario de San Pedro Poveda: Dios es "un padre cariñoso"

1202-1MADRID, España.
El 3 de diciembre de 1874 nacía en Linares, España, san Pedro Poveda. En el aniversario de su nacimiento publicamos una carta escrita en 1898 por el joven sacerdote ordenado apenas un año antes, y que entre otras tareas destaca la del acompañamiento espiritual, o como dice el autor por aquellos años miraba "con predilección el confesionario”.
En la escritura se descubren los rasgos espirituales del autor; habla de Dios como un “padre cariñoso” que abre caminos de libertad al ser humano.
En la carta a Dª Carmen Escario Lapoulide (1864-1940) se vislumbran las dotes espirituales de D. Pedro Poveda para quien “la santidad es compatible con todos los estados, con todos los temperamentos y con toda edad y sexo”. La receptora de la carta era en ese momento una mujer casada con D. Juan Pérez Seoane y madre de dos hijos; residía en Sevilla. En 1915 muere su esposo. En 1918 se incorporó a la Institución Teresiana, tomando parte activa en la apertura de las Academias de Sevilla y Barcelona, entre otras responsabilidades.

Del Epistolario de Pedro Poveda

A Dº Carmen Escario
“Jesús sea el dueño de su alma. Cada día me voy convenciendo más y más de que el camino emprendido es el único que puede tomarse para conseguir el fin que se persigue, que no es otro que el santificarse.
Como una de las cosas más necesarias para lograr la santidad es la perseverancia, de ella debe ocuparse el alma que a lograr la santidad encamina sus actos y aspiraciones. Perseverar con un mismo temple de espíritu en los días de bonanza y en los de borrasca, en las angustias y en las dulzuras, en el tiempo seco y en el lluvioso es tarea imposible para el alma sin el auxilio de Dios, y no obstante ser así, esta perseverancia e igualdad de espíritu prueba y demuestra la santidad del ser que la posee.
Nada importa el sentir diferencia de espíritu, pues el sentir no es consentir, y nuestra sensibilidad, humanamente hablando, se modifica con el tiempo y no de repente.


Existe además en nosotros una parte orgánica denominada imaginación, fecunda y viva, según la edad, ilustración, temperamento, etc., y esta “loca de la casa”, como la llamaba el P. Granada, puede ayudarnos mucho, o entorpecernos mucho también en el logro de nuestros deseos. Por eso debe aprender a elevar ésta al cielo y llenarla de fantasmas agradables y que ayuden para lograr la paz y tranquilidad del alma.
Es cosa inútil, perjudicial y mala para Ud. el querer aquilatarlo todo y buscar, por así decirlo, la última razón de todo. Esto, en otros, puede servirles para conseguir la santidad, en Ud. es un manantial de dificultades que le hacen retroceder.
Considere con frecuencia que no es el Señor un espía, sino un padre cariñoso. No quiere Dios apretarnos y encerrarnos en un círculo de hierro, sino ensancharnos y abrirnos camino. El mismo divino Espíritu por boca de David quiso expresarlo diciendo: que había corrido en el camino del Señor cuando se había dilatado su corazón. Al enemigo se ha de combatir por allí donde ataca y sus ataque son de dos maneras. Al pusilánime, apocado, timorato y escrupuloso, le cerca y encierra para reducirlo a cautiverio tan enojoso y difícil que se canse y haga desesperar, y a los anchos, libres y relajados, más les ensancha el camino para llevarlos a una disolución completa. A los primeros se les ha de mandar, si sanar quieren, lo opuesto a lo de los segundos. Es decir, se les ha de ordenar que adquieran la santa libertad.
¿Cómo saber la enfermedad para la aplicación del remedio? Pues consultando al que dbe saberlo, pues nadie es juez en causa propia, y aun los médicos cuando se ponen enfermos, llaman a otros para que les receten.
Y doy por terminada la presente, rogando al Señor, Padre de las luces, la ilumine con su celestial sabiduría, la colme de sus gracias, y la haga santa para su gloria y ornamento de su Iglesia.”
Pedro Poveda, Guadix, 1898. 


Carta publicada en Pedro Poveda, Obra, tomo V Epistolario (1898-1917).
Edición crítica y estudio a cargo de Carmen Rita García Fernández y Sonsoles Guerras Martín.
Editorial Narcea, Madrid, 2012.

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