MIRADA A LA REALIDAD
Algunos amigos me han sugerido que la publique en este blog
Lo que hoy vengo a
ofrecerles es una breve reflexión sobre lo que puede significar el análisis de
la realidad como herramienta para un mejor desvelamiento de los muros que
sostienen la injusticia hoy en nuestro entorno. Les ofrezco el fruto de mis lecturas, de mi
experiencia, de mi reflexión. Que espero les sea útil.
Es obvio que no escogemos el momento histórico que nos
toca vivir. Se nos impone como regalo y como tarea, como oportunidad y como
fardo. Este momento que vivimos es un momento de umbral, de paso, de tránsito
hacia otra cosa que no conocemos…, por eso nos es tan difícil asir la realidad,
explicarla, conocerla…, porque hay como algo que la empuja hacia lo nuevo,
hacia algo que está por nacer y ante lo que no sabemos qué hacer porque, como
todas las épocas de tránsito, está marcada por la indefinición y los contrastes
y las categorías que manejamos para
definir lo que ocurre son ya viejas categorías y, por tanto, se sabe
mejor aquello que no se quiere, que
lo que hay que buscar y por lo que hay que luchar.
Me atrevo a deducir que sólo el hecho de que
ustedes estén aquí esta tarde revela su inquietud por transitar caminos nuevos
de actualización de su modo de pensar, de mirar, de interpretar la realidad…y deduzco también que, a buen
seguro, ustedes intentan estar informados, acostumbran a leer, a
reflexionar…
Digo esto porque, muy
al contrario, las generaciones más jóvenes (generalizando, claro está), leen
muy poco… lo que da de sí su Facebook o los 140 caracteres de su twitter. Los adolescentes
no soportan leer más de 10 líneas en la pantalla del ordenador…, y tampoco
suelen leer en papel porque para ellos es como si leyesen en papiros egipcios y
se cansan rápido…
Hoy, un 60 por ciento de los
menores de 13 años ya lee siempre en
formato electrónico y de esos, el 93, 2 por ciento usa Internet como fuente
única de acceso al conocimiento. Las tecnologías de la comunicación,
además, no son sólo herramientas o
dispositivos electrónicos, sino que son “contextos, condiciones ambientales que
están haciendo posible nuevas maneras de ser y de pensar”, lo que está
propiciando la gestación de un nuevo ser humano.
Nadie pudo prever que Internet pudiera crecer,
desarrollarse y universalizarse de esta forma. Los
expertos dicen que senecesitaron treinta y ocho
años para conseguir que la radio alcanzase los cincuenta millones de
usuarios, con la televisión el proceso fue más rápido, sólo se necesitaron
trece años para conseguir esos 50 millones, con Internet únicamente se
necesitaron cinco para superar dicha cifra. Hoy, más de 3.000 millones de
personas usan la Red en el mundo, lo que no quiere decir que la brecha digital haya desaparecido…
Como saben, la brecha digital es esa separación que existe entre las personas, comunidades, Estados, países…
que utilizan las Tecnologías de Información y Comunicación como una parte
rutinaria de su vida diaria, y aquellas que no tienen acceso a las
mismas y que aunque lo tengan, no saben cómo utilizarlas… (No tener acceso a la
Red es por razones obvias: 1. porque aún existen 790 millones de analfabetos en
elmundo de los cuales dos tercios son mujeres y niñas y 2. porque un cuarto de
la población mundial vive sin electricidad y sin teléfono).
Si vamos a mirar la realidad, cabría preguntarnos ¿qué es la realidad?,
¿realmente podemos “mirar” la realidad? ¿el mundo que vemos es el real? ¿Cómo hemos obtenido el conocimiento que
tenemos de la realidad?, ¿Cuáles han sido nuestras fuentes de conocimiento?,
¿Sabemos las cosas porque otros nos las han dicho, las hemos estudiado o las
conocemos por experiencia propia?...
Lo que vemos de la realidad es
siempre percibido desde un cierto ángulo de visión. Uno de los filósofos
contemporáneos que ha prestado gran atención a este aspecto es Paul Ricoeur.
Todo su sistema filosófico está construido sobre el supuesto de que el
conocimiento humano es esencialmente una perspectiva. Cada persona tiene una verdad
"relativa"; razón por la cual ésta no es propiedad privada ni absoluta de nadie. Nadie está en poder
de la verdad. Incluso las verdades religiosas, llamadas dogmas, son simples
creencias. No existe la verdad absoluta; simplemente existen aproximaciones a
la verdad.
Otro filósofo español, José Ortega y Gasset, incluía el tiempo y el espacio en que nos tocaba vivir como elementos inherentes a nuestra naturaleza humana. Decía: “yo soy yo y mi circunstancia”. Sin duda una frase que muchos recordamos, pero nos olvidamos frecuentemente de la segunda parte: “Y si no la salvo ella, no me salvo a mí”. Con ello Ortega quería expresar la responsabilidad de cada ser humano por el tiempo en el que le toca vivir. No somosseres ajenos a una dimensión comunitaria, no podemos pensar en salvarnos a nosotros mismos si no hacemos algo por salvar el tiempo en el que se desarrolla nuestra vida.
Otro filósofo español, José Ortega y Gasset, incluía el tiempo y el espacio en que nos tocaba vivir como elementos inherentes a nuestra naturaleza humana. Decía: “yo soy yo y mi circunstancia”. Sin duda una frase que muchos recordamos, pero nos olvidamos frecuentemente de la segunda parte: “Y si no la salvo ella, no me salvo a mí”. Con ello Ortega quería expresar la responsabilidad de cada ser humano por el tiempo en el que le toca vivir. No somosseres ajenos a una dimensión comunitaria, no podemos pensar en salvarnos a nosotros mismos si no hacemos algo por salvar el tiempo en el que se desarrolla nuestra vida.
Pero posiblemente la
primera vez que alguien reflexionó sobre la falsedad del mundo conocido… ya en
el S.IV a. C, fue el gran filósofo griego Platón cuando describió su famosa
alegoría el Mito de la Caverna.
La Caverna de la que
habla Platón es una representación de la sociedad.
Aparecen unas personas, atadas de pies y manos,
sentadas en la oscuridad de una cueva, observando unas sombras que se proyectan
desde un lugar inalcanzable para la vista de estos individuos. Las sombras son
lo único que ven, son lo único que conocen. Llevan toda su vida viviendo en esa
situación, y para ellos el mundo real es el que ven en las sombras.
Platón consideraba que la sociedad vivía en la
ignorancia, engañada por una serie de poderes (políticos, religiosos,
económicos…) que manipulaban la realidad y engañaban a la población.
Y según él, para salir de esa Caverna el individuo
tiene que hacer un ejercicio de reflexión para conseguir su libertad, para pensar
críticamente, para cuestionarse el sistema establecido y sospechar de la información
que recibe.
·
Por lo tanto, primera
cuestión importantísima que de no estar atentospuede incapacitarnos para mirar
y analizar la realidad. Es esta: No hay que dejarse informar, hay que
informarse.
Muchísima gente adopta una posición pasiva ante la información. Se limita a
comprar un periódico por la mañana y a sentarse delante del televisor al
mediodía o a la hora de cenar… y comenzar a escuchar lo que nos cuentan.
·
Debemos saber que la
información es hoy espectáculo,
·
la información es un
negocio,
·
la información es
universal pero uniforme, no plural (y ya si tenemos siempre el mismo periódico
en casa y escuchamos la misma cadena de radio… apaga y vámonos…).
Formarse e informarse cuesta. Sentarse frente a un televisor y ver lo que ocurre no es estar informado, porque el
periodismo televisivo, se estructura como una ficción, no está hecho para
informar, sino para distraer.
Debemos ser capaces de distinguir
entre el espectáculo y la información. Nuestro mundo nos brinda hoy muchas
posibilidades de conocimiento, hay que saber utilizarlas y encontrarlas (son
muy útiles los documentos que publican las ONGs, el saber bucear en Internet,
webs, Blogs y revistas con información alternativa, de Instituciones,
Fundaciones, Organismos Internacionales, Universidades, Observatorios, etc…
Esta tarea entra, como
dice el teólogo José Luis Segovia Bernabé, dentro de nuestra “responsabilidad
de tener ojos”.
También el
cine se ha planteado muchas veces el tema de que es posible que vivamos un
mundo artificial y la dificultad que tiene el ser humano de conocer el mundo
real. Es el caso de películas como El Show de Truman o la saga de Matrix.
En El Show de Truman (tru man suena
inglés al traducirlo a una cosa así como “hombre verdadero”, en alusión a que
es el único ser real en un mundo ficticio…) vemos una sociedad enganchada al
televisor, que sigue el show de Truman como si sus propias vidas estuvieran
ligadas al destino del personaje.
Para empezar, debemos preguntarnos: ¿por
qué se engancha la gente a programas de televisión tan simples? Hay que
recordar que el programa El Show de
Trumandel que habla la película, no
tiene mayor interés que ver cómo un hombre se despierta, desayuna, va al
trabajo y se sienta por la tarde a ver la televisión. Es un programa que sigue
las 24 horas del día de una persona que no es nada interesante,nunca le ocurre
nada extraordinario, su vida es una aburrida rutina que hasta él mismo
aborrece... Y aun así, millones de personas conectan cada día con la televisión
para ver el programa… Esto recuerda al programita de televisión Gran Hermano que se ve en muchos países…
Entonces,
¿por qué se engancha la gente a programas así?Pues porque además de ser una medicina para
escapar del aburrimiento diario, los programas de la telebasura cumplen una
función sociopolítica, en el sentido de que ayudan a formar determinados
perfiles sociales. Consiguen “fabricar” una importante masa de población con un
nulo sentido crítico y sin apenas conciencia política, de esta forma, ayudan a
mantener el sistema establecido.
Por su parte, en
la saga de películas Matrix la idea
de que el mundo en el que vivimos es engañoso y falso se lleva al extremo: la
película sostiene que la sociedad está viviendo en un mundo irreal, que es en
realidad un programa informático llamado Matrix.
Y en ella se hace una
dura crítica social a la mayoría silenciosa,
a esa gran parte de la sociedad que no quiere o no sabe abrir los ojos. A esa
población que prefiere seguir maniatada en la caverna, mirando sombras. Por una
parte, es una población demasiado atemorizada
como para rebelarse contra el sistema establecido porque tiene miedo a que si
desaparece ese modelo, puede perder la tranquilidad y la estabilidad
socioeconómica que disfruta.
Este uso del miedo como medio de control de la
población ya lo planteó George Orwell en su libro 1984 donde presenta a una población que vive bajo el
dominio absoluto de una superestructura de poder denominada Gran Hermano. Esta entidad, que funciona como un dios
omnipresente, somete a la sociedad atemorizándola con la guerra y la
esclavitud.
·
Por lo tanto, segunda cuestión a la que estar atentos/as
para mirar la realidad: El uso del miedo es una de las formas de ocultar el
verdadero mundo real, puesto que una sociedad con miedo es una sociedad que no
se atreve a cuestionar el sistema establecido ni a reflexionar.Cuando sentimos
miedo, la capacidad crítica desaparece.
El recurso del miedo
está hoy súper-explotado: Es la política de Donald Trump (levantemos un muro
entre Méjico y Estados Unidos porque ellos son violadores, ladrones…, o lo que
pasa en Europa con los emigrantes o con los refugiados… O el discurso que
existe frente a los musulmanes y el terrorismo…)
El
arma más poderosa de control y de dominación del ser humano es el miedo.
El
miedo es la razón por la que el sistema se mantiene vivo. Numerosos
desencadenantes del miedo dependen de la sociedad a la que pertenecemos, pero
al parecer, los sociólogos coinciden en que los más importantes desencadenantes
de miedo en casi todas las culturas del planeta son tres:
·
la inseguridad,
·
el terrorismo
·
y la pobreza.
Por lo tanto, atentos al miedo, a los
miedos. Dejar que nos atrapen nos incapacita para mirar la realidad...
El
miedo es una emoción básica de la humanidad… y eso lo saben también los
mercaderes, los que venden cosas… porque el miedo vende, genera
telespectadores, oyentes y lectores… Las noticias alarmistas, de guerra y de
catástrofes son las que mantienen la economía de los modernos medios de
comunicación.
Los
profesionales de la información parece no saber comunicar noticias que
construyan, solidarias, esperanzadoras… prefieren ser profesionales
difusores
del miedo… La utopía formulada por Paul Éluard, que decía otro mundo es posible, basada en que se puede construir entre todos,
no concita portadas.
Bien, hasta ahora hemos
visto las dos estrategias que usa el poder mediático y el político para
controlar a la población: infundir miedo y manipular la información.
Llegados a este
punto, cabría preguntarse también: ¿pero la gente quiere saber, de
verdad, como es la realidad?, ¿ustedes en concreto quieren
conocerla? ¿hasta qué punto estamos dispuestos a romper con el sistema social,
económico y político en el que vivimos? Sin duda, para muchos y muchas personas
en el mundo la ignorancia es la felicidad… “Ojos que no ven, corazón que no
siente”, dice nuestro refranero.
Una parte importante de la población mundial vive en
burbujas, alejada del verdadero mundo real. La mayoría de la población prefiere
vivir en el falso mundo porque se vive mejor. Así el sistema triunfa. Parece que la recompensa de la libertad no vale la pena frente a la dulce cadena perpetua de la ignorancia.
Hoy no son cuerdas
las que nos tienen presos, como en el Mito de la Caverna, sino otro tipo de
cadenas. El sistema ha desarrollado estrategias mucho más inteligentes que el
uso de la fuerza o la opresión. En este aspecto podemos decir que Aldous
Huxley, el escritor británico que fue Premio Novel, acertó con su premonición
en su obra Un mundo feliz, cuando apuntaba a
que el
poder controlaría a la población a través de las
cosas que más gustan a la gente.
¿Y cuáles son las cosas que más gustan a la gente hoy?:
el consumo y la diversión. Nuevos placeres que nos ofrece la vida y que no dudamos
en abrazar.
Hasta ese espacio
idílico que llamamos Internet, que creemos es símbolo de lo gratuito, lo es sólo en parte. Porque, que
Internet sea gratis se paga… se paga consumiendo esa publicidad que nos asalta
por todas partes cuando navegamos por sus páginas. Y es que la Red se ha
convertido en un centro comercial que vende de todo: viajes, coches, ropa,
productos culturales, dietas...
Internet, como saben,
registra nuestros gustos y aficiones para hacernos después toda clase de
proposiciones comerciales… Esa pantalla que utilizo para ver el mundo, también
está sirviendo para que me vean a mí.
En la actualidad, hay personas que entienden
que ejercer los derechos políticos o tener derechos sociales esenciales como la
educación o la salud gratuita, no es tan importante para el ejercicio de la
ciudadanía como la posibilidad de consumir bienes materiales.
Hemos convertido el
espacio sociopolítico en un mercado. Ya no somos ciudadanos y ciudadanas, sino consumidores, es decir, una nueva
especie con dos patas cuya finalidad fundamental en la vida consiste en ser un
tragaldabas.
En esta sociedad nuestra
que con precisión se denomina "de consumo” podría decirse,
desgraciadamente, que nuestra capacidad de consumir es lo que nos constituye en
sujetos políticos. Esto significa que el poderciudadano se limita hoy al
poder adquisitivo. Es decir, que quien no tiene capacidad de acceder a
los objetos de consumo no es nadie, es, literalmente, insignificante hoy. Es
invisible.
Se habrán dado cuenta de que, todos hoy, seamos del país
que seamos, por obra y gracia de eso que llamamos globalización, usamos una
ropa semejante, tenemos los mismos electrodomésticos en nuestras casas,
escuchamos las mismas músicas… pero diferimos en las oportunidades de elección
más importantes: la posibilidad de educación, de vivienda, de salud… el consumo es un espejismo que nos aboca a la paridad en lo superfluo y
a la desigualdad en lo necesario.
·
Por lo
tanto, tercera cuestión importantísima para mirar la realidad: hemos de vivir
atentos a estas nuevas
formas de dominio, de control, propiciadas por la incitación del mercado
al consumo.
Hoy la publicidadsabe
crear con eficacia sentimientos de carencia en todos nosotros…Sabe
convertir a las mercancías en mágicos conjuntos contra la soledad. Nos vende
que las cosas tienen atributos humanos: acarician, acompañan, comprenden, ayudan,
el perfume te besa y el coche es el amigo que nunca falla. Y las cosas, te
dicen los expertos publicitarios, no solamente pueden abrazar, embellecerte,
hacerte mejor persona... ellas también pueden ser símbolos de un lugar social,
salvoconductos para moverse en una sociedad de clases, llaves de acceso a
identidades soñadas…
La cuestión de la identidad es lo que le
interesa ahora al mercado. El paradigma publicitario está cambiando:
-
Antes, una se compraba unos zapatos por necesidad, respondiendo a un
capitalismo de producción.
-
Después durante muchos años se generó en los consumidores la necesidad de
ir a la moda, que no es más que
generar diversas tendencias efímeras que unifican a los compradores más que los
distinguen.
- Más
tarde la publicidad se especializó en generar deseos; el deseo se diferencia de la necesidad en que es generado
por el marketing que hace de los
objetos de consumo productos atrayentes, de tal manera que yo no compro un
bocadillo porque tengo hambre, sino que lo que quiero es satisfacer mi deseo de ir a Pans and Company o a McDonald.
-
Y ahora el mercado nos vende estilos de vida
y modos de ser… nos invita a ser un
hombre Armani o una chica Coca-Cola, o un joven Adidas, o una chica Cloé… las
marcas se han convertido en rutas de identidad por las que el sujeto es
desarraigado de sus pertenencias culturales.
Las empresas han entrado ya en el ámbito del ser, un ámbito antes
reservado a las agencias de sentido (como eran la iglesia, el partido, la
escuela, la universidad, la familia…): El declive de estas agencias de sentido
como identificadores se relaciona hoy
con el ascenso de la identidad mediática que se nos vende…
·
Última cuestión importantísima para analizar
nuestra realidad hoy: Hemos de trabajar en nosotros, como ciudadanos, la
capacidad de cambio y la capacidad de diálogo.
Hoy,
la sociedad, el mundo, nos exige generar un modo de ser constantemente
preparado para el cambio, a
cualquier edad… Y esto significa dos cosas:
1.
Una,
que se ha de ser muy dúctil, muy móvil por dentro…, que no nos debemos aferrar
a ninguna seguridad ni dar nada por absoluto.
2. Y,
dos, estar especialmente atentos a
trabajar constantemente en nosotros el pensamiento crítico… ¿Qué quiere decir esto del pensamiento
crítico? No todo pensamiento es crítico. Hay mucha reflexión sobre la
realidad que nace del interés o de la sed de saber. ¿Qué añade el adjetivo
crítico?
Pues lo que aporta
son tres cosas:
1.
la capacidad de saber
denunciar, que nace de un estudio
serio y profundo al comparar la realidad tal y como es con lo que podría ser.
Saber denunciar.
2.
la capacidad de ser constructivo o constructiva.
3.
Por último, el
pensamiento crítico no sólo debe saber denunciar lo que falta y ser
constructivo, sino también valorar lo
que hay. Los verdaderos críticos no sólo hacen análisis demoledores, sino
que son capaces de apreciar lo bueno. El pensador crítico es agradecido, capaz
de admirarse y alegrarse con lo que vale la pena… y apoyarlo.
En definitiva, el pensamiento crítico supone aunar la protesta con la propuesta.
Protestar proponiendo.
Y junto con la
preparación constante para el cambio, hoy es esencial ser personas con capacidades
reales parael diálogo, ser personas dialogantes.
El diálogo se aprende y hay que ejercitarlo. Nuestro mundo es hoy plural y hay
que saber dialogar con esa pluralidad y diversidad que nos rodea.
ACABADOS
ESTOS PREVIOS vamos a ver ahora una
mirada a la realidad, incompleta, es la mía en este caso… Sobre la que hay que
decir dos cosas:
-
Una mirada nunca es neutra. Vemos las cosas no como son sino como somos.
-
Y no
cualquier sitio desde el que miramos la realidad es válido…
¿Qué necesitamos para ser capaces de mirar la
realidad?
Doy algunas claves:
1. Necesitamos tiempo
y paciencia. Tiempos de silencio para procesar la realidad en nuestro
laboratorio interior. Si no hay silencio, nuestro contacto con la realidad será
superficial.
2. Necesitamos
ablandar nuestras rigideces y
vencer nuestras resistencias.
3.
Necesitamos sospechar de nuestra propia mirada. Es muy posible, es
casi seguro, que esté distorsionada. Hemos de sospechar siempre, dudar siempre, no
aferrarnos a nada, no dar nada por seguro. La duda es el único camino hacia el conocimiento.
4. Cuarta
clave: necesitamos saber manejar el
conflicto. Una mirada a la realidad nos pondrá de frente con la pluralidad,
con lo diferente… El conflicto es muy sano, nos hace avanzar, pero hay que
saber manejarlo.
5.
Quinta:
mirar la realidad requiere estudio: comprender su
fondo ideológico y el de las personas (valores, usos y acciones), su horizonte
simbólico, la filosofía imperante...
¿Qué
tiempo dedicamos al estudio, a
las lecturas plurales, a la reflexión o a debatir
con otros que no piensen como yo?
Voy
a hablar ahora de algunas de las paredes que se están cayendo en nuestro
entorno más cercano y de UN ESCENARIO que en mi opinión no se puede
dejar de mirar hoy al realizar una mirada global a la realidad (cabrían muchos
más escenarios pero el tiempo es el que es):
Comencemos por esas paredes que se desmoronan:
Vivimos ensimismados por una economía que hace aguas
en todo el planeta y que castiga especialmente a los más débiles, por eso a
veces no hemos sabido ver que
otrasdimensiones de la vida personal y social empezaban a tambalearse. Que las
paredes entre las que creíamos vivir se han ido desmoronando:
·
La primera pared que está cayendo es la de la
política: aumenta la corrupción, se
va perdiendo transparencia. La clase política es casi una casta endogámica, más
pendiente de defender sus privilegios y sus estrategias electorales que de las
tareas y necesidades ligadas a los pueblos que gobiernan.
Vivimos
una época de desprestigio y de desencanto de la política. Lo político ha caído
como referente de sentido y nos vamos quedando solos ante el pragmatismo, el
utilitarismo y la eficacia (todos ellos valores económicos) y como consecuencia,
el individuo se va encerrando en su esfera privada: la familia, su trabajo, el
consumo… y desaparecen conceptos como el Bien común o la moral pública.
·
Está cayendo la pared que
sustentaba la sociedad civil. La
sociedad civil son todos esos movimientos que se encuentran a medio camino
entre los partidos políticos y la ciudadanía: instituciones, prensa, asociaciones,
iglesias… Y hoy, los analistas coinciden en que la ciudadanía está adormecida,
anestesiada y muy fragmentada, de tal forma que su participación en la
construcción social y política queda reducida al voto. El asociacionismo está
de capa caída y los sindicatos han perdido credibilidad.
La hegemonía del mercado es tan fuerte que
funciona la idea de que la persona es lo
que hace para ganarse la vida.
Estamos ante un mercado global férreo que está rompiendo los lazos de
solidaridad y haciendo trazas el tejido social comunitario expulsando hacia los
márgenes lo que le sobra.
·
La pared de
la cultura también se desmorona,
entendida “la cultura” en esta ocasión, como saber (no me refiero a cultura en sentido antropológico y
sociológico, que es un concepto más amplio) porque aunque sigue habiendo en
todo el mundo mucho talento, innovación y generaciones de jóvenes con una
preparación muy superior a la de sus padres o abuelos, gente brillante y
lúcida…, la realidad es que la cultura tiene también su suelo agrietado:
1. El primer suelo agrietado de la cultura es la crisis de pensamiento, porque en el mundo hoy lo racional no vende. No hay interés en
reflexionar, analizar, comprender, leer, compartir las propias ideas con otros.
Lo que vende es la pasión, el sentimiento, la improvisación, la espontaneidad…
hasta tal punto de que hoy en periodismo ya no se habla de opinión pública,
sino de la emoción pública.
2. Hay una grieta más en el suelo de la cultura
que es la crisis moral y ética,
porque nuestras sociedades son terriblemente relativistas y hay una ausencia
muy alarmante de fundamentos. ¿En que basar la moral hoy se pregunta la
gente?¿En qué apoyarnos para decir “esto está bien” o “esto está mal”? Las
cosmovisiones religiosas antes posibilitaban este suelo firme, pero hoy no son comúnmente aceptadas y las grandes ideologías
tampoco porque no ofrecen garantías… Las seguridades han desaparecido.
3. Y,
por último, quisiera nombrar una grieta más de la cultura (ahora sí entendida
en su sentido antropológico y sociológico): la originada por la pérdida definitiva de los asideros que la modernidad y la posmodernidad
ofrecían.
Durante todo el período histórico ocupado por la
modernidad construimos una sociedad de masas que nos deshumanizó y nos arrastró
al sufrimiento del individualismo.
Llegaron luego los años ’70 con toda su locura
libertaria motivando el nacimiento de la posmodernidad, marcada por el relativismo cultural, el desencanto, la
renuncia a las utopías, la información convertida en entretenimiento, la ausencia de los grandes relatos…
(los grandes relatos o los metarrelatos,
son las grandes ideologías del siglo XIX, que eclosionaron en el siglo XX, como
el liberalismo, el socialismo, el fascismo, el totalitarismo o el cristianismo
de nuevo cuño , es decir, todos esos “ismos” cuya aspiración era explicar
totalmente la realidad).
Y hoy, nos toca peregrinar por
la transmodernidad.
Llamada
también por Jameson «el capitalismo tardío» o por Bauman «la modernidad
líquida» o por Zizek «el desierto de lo real», o la “segunda modernidad” por
Beck, o la “hipermodernidad” por Lipovetsky. Es decir, por un
mundo conectado global y localmente de forma simultánea,
marcado por la interactividad multicultural.
Para
la Transmodernidad sí existe un Gran
Relato que es la Globalización.
Globalización económica, política, informática, social, cultural, ecológica...,
donde todo está interconectado, configurando un magma difuso, pero totalizador, que muchos han llamado pensamiento único.
La
transmodernidad constituye un punto de no retorno ante nuestras antiguas
certezas. En ella, la realidad material ha sido amplificada y modificada por la
realidad virtual, por la transmisibilidad de la información en tiempo real.
Junto con estas paredes que se resquebrajan,
yo quisiera abordar hoy con ustedes UN escenariode carácter mundial alque
especialmente hemos de estar atentos y atentasporque saber comprenderlos nos
ayudará a ir transformándolos con nuestras actitudes.
Este escenario
es el de:
·
Mirar
de frente, o enfrentarse, a la Injusticia
La
globalización nos hace creer que nos encaminamos hacia un mundo único, cuando,
en realidad, entraña la exclusión de una gran parte de la humanidad. El
capitalismo global que preconiza ha hecho ciertamente que se recuperen de la
extrema pobreza y la miseria algunas regiones del planeta (China, India, países
de América Latina…), pero la realidad es que en estos contextos el
número de empobrecidos nunca varía (el capitalismo global es como un colchón de
burbujas que si haces descender una sale otra un poco más allá…). Este es el problema, no cuantos
empobrecidos genera el capitalismo, sino el hecho de que es un sistema que
genera pobreza y riqueza a la vez, integración y exclusión a la vez, como un
proceso normal, porque la expulsión
del sistema es parte de su lógica.
Los procesos de desigualdad, pobreza y
exclusión social desvelan una misma tendencia en cualquier ciclo neoliberal y
capitalista: la de su mantenimiento y profundización a pesar del crecimiento
económico. Está consolidada la
precariedad como rasgo de la estructura social
¿Cómo es posible
que en un mundo donde es tan fácil el acceso al conocimiento, a la información,mucha
gente no sepa que el hambre mata cada año a más personas que el SIDA, la
malaria y la tuberculosis juntas?
Si queremos ser honrados con La Realidad,
tenemos que afirmar con claridad que hoy en día por la adquisición de un
jugador de fútbol se desembolsa la cuarta parte del presupuesto nacional del
Chad, y que tres personas -los más ricos-, disponen de los mismos recursos que 600
millones de seres humanos…O que la
extrema pobreza afecta a unos 1.500
millones de personas y el 70% de ellas son mujeres… O que existen ya 60 millones de refugiados y desplazados en el planeta, lo que supera
con creces las cifras de la II Guerra Mundial, o que sólo en lo que va de año
han muerto en el mar más de 500 niños intentando llegar a Europa…
Y voy a detenerme aquí un poquito dado que vivimos
tan de cerca el tema de las migraciones en este país:
Todos sabemos que la
globalización deja orillados a pueblos enteros, tan sólo porque no tienen
interés para el comercio, ni significan nada para el mercado, ni son capaces de
competir. Lo que hace que hoy crezca cada vez más y máseso que se llama
“aporofobia”, que es el miedo al pobre, el rechazo al excluido del mercado, el desprecio
al que carece de recursos. Ya no es tanto la xenofobia (miedo al extranjero) lo
que experimentan nuestras sociedades occidentales sino el miedo al pobre: No
marginamos al inmigrante si es rico, ni al negro que es un jugador de
baloncesto, ni al jubilado árabe ricachón que vive en Marbella… marginamos a
los pobres.
Y para ello,utilizamos mecanismos de exclusión:
desde los más burdos hasta los más refinados.
Entre los mecanismos más burdos hay dos especialmente crueles que tienen una gran actualidad
hoy:
·
Está en
primer lugar, la desaparición física que despliegan los Estados a
modo de limpieza étnica o eliminación del migrante mediante el naufragio en el
mar; helicópteros y lanchas de vigilancia, cámaras de infrarrojos, los radares,
las vallas electrificadas (sólo la de Ceuta costó 50 Millones de euros); es
imposible saber el número real de víctimas del drama de las pateras, la ONG
marroquí Asociación de Familias de Víctimas de la Inmigración clandestina las eleva
sólo este año a 10.000.
·
Junto con
las prácticas disuasorias, también es frecuente entre nosotros practicar la demonización
del inmigrante, a quienes mostramos de forma alarmista y
sensacionalista como los causantesdel aumento de la delincuencia, del paro, de
la inseguridad ciudadana…
Y si pasamos a los
mecanismos de exclusión más refinados,
podemos referirnos a dos:
·
En primer lugar, la reducción
instrumental del extraño a recurso. Se aceptan mientras
sirvan para algo. Aceptamos a los que los empresarios necesitan, a los que no nos molestan en los solares en
construcción, ni en las fábricas, ni en los restaurantes, ni llevando del brazo
a los ancianos, ni limpiando en nuestras casas…, pero que nos hieren y nos
ofenden si hay demasiados en los paseos del domingo, en las discotecas o en la
plaza del pueblo. África interesa como lugar exótico para un safari, pero es ignorada
por el comercio mundial, a no ser que sea para explotar sus recursos o para trocearla
en cachitos.
·
Y el segundo mecanismo de exclusión refinado
es: la generalización. El Holocausto nazi fue posible gracias a
la generalización. La generalización es equiparable al anonimato…Cuando el
vecino dejó de ser Maria o Helmut, o Jurgen, y pasó a llamarse “judío” empezó
el largo trayecto hacia el holocausto; porque con un abstracto no puedes
relacionarte, no caben vínculos, no cabe el encuentro…
Con estos mecanismos
empieza a producirse lo que ZigmutBAUMAN, el sociólogo, ha llamado la producción social de la distancia, que
es la condición previa para la exclusión social.
¿QUÉ
LES DIRÉ POR ÚLTIMO?
¿Para
qué (no por qué)…Para qué es importante hacer un análisis certero de lo que
está sucediendoen nuestro entorno, en nuestro mundo hoy?
·
Pues en primerlugar, el fin último del
análisis de la realidad es el de conocer
paratransformar, para incidir…El final del
proceso, como decíael escritor estadounidense Saúl Alinsky, es: “Hacer lo que se pueda con lo
que se tenga”.
·
Y en segundo lugar, el fin del análisis de la
realidades enriquecer el conocimiento delo que somos y de cuanto nos fortalece,
es decir, de cuanto nos humaniza…
Buena parte del dolor que experimentan los
hombres y mujeres de hoy proviene de un error capital: el de dar más
importancia al parecer que al ser, por lo tanto tender a mejorar no la propia vida y la de quienes nos
rodean, sino su envoltura.
En menos de 30 años se ha pasado de decir ¡tenemos tantas cosas que hacer!, a
decir ¡aquíno hay nada que hacer! Nos
hemos resignado a vivir en la mediocridad, nos hemos hecho cómplices de las
situaciones de injusticia, ya no movemos un dedo por construir un mundo mejor,
sino uno tolerable.
Vivimos en sociedades
cuyo ideal no es precisamente la búsqueda del bien común, de la libertad, de la
igualdad, de la solidaridad…sino la
compra de un “aifon” de última generación.
Hoy nos conformamos con
agregarnos a la mayoría silenciosa en vez de levantar la voz.
Pero hay algo que no nos podemos permitir ni un día más:
la pasividad provocada por la
creencia de que nada o muy poco podemos hacer y es mejor no intentarlo.
El mundo también está en nuestras manos. La pregunta
inicial es ¿qué hago yo?... Qué hago
por la paz, por la solidaridad, por la sostenibilidad del planeta, por el
desarrollo de todos los pueblos, por la igualdad, incluso por mi propia vida y
por tantos y tantos ideales… Por favor, no renuncien a sus ideales, a sus
sueños… Yo estoy segura de que lo que
se sueña acaba por cumplirse, si quienes lo desean lo desean con pasión, y con
pasión ayudan a su sueño.
Manoli
Aguilera
Directora del Consejo
de Cultura
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