jueves, 1 de diciembre de 2016

MEDITACIÓN DE PREPARACIÓN A ADVIENTO


Nos ponemos en actitud interior de oración. Hoy no se trata de una conferencia más: los miércoles formamos la mente hoy formamos el corazón. Con estas palabras nos invita Serafín a entrar en el Adviento.
La propuesta va a ser “el perdón” otra cara de la Misericordia. Que es el signo más visible del amor del Padre.
¿Sabemos perdonar? ¿Cómo puede el perdón posesionarse de nosotros?
Per-don. El perdón transita por el don… es lógica de don gratuito y de demasía.
 ¿La definición de Misericordia? Mi ser, cuando el amor se extrema y se convierte en excesivo, es amor sobre-abundante.

¿Cómo sería un mundo sin perdón?
1º Un espiral de violencia. Todo verdugo ha sido una vez víctima y por mímesis, hace lo que hicieron con él.
2º Sería vivir desde el resentimiento, que no es lo mismo que la ira. La ira es un momento defensivo que en sí misma no es mala si la superamos. Pero si se cosifica se hace resentimiento.
3º Nos deja enredados en la maraña del pasado. Todo lo refiere al pasado, venganza resentimiento.
4º Un mundo sin perdón deja anclados en el camino de la venganza. Herir al que me ha herido, parece que libera, pero es un error porque se sitúa en la repetición. En al biblia hay una evolución de las razones de perdonar G. 4,23 Pentateuco 19,31… razones que se van desmontando hasta llegar a Jesús  Mat. 5,39 “al que te abofetee pon la otra mejilla”.

Falsas concepciones de “Perdones”
1.- Perdonar no es olvidar. Lo positivo no es caer en la amnesia. “No olvido” cuando se dice eso es sinónimo de no confiar jamás en la persona que ha ofendido.

2.- No es negar. Un perdón instantáneo  si no hay proceso se puede caer en el espiritualismo.

3.- Perdonar no es voluntarista, esto puede tener una dosis de infantilismo: “tienes que perdonar”. Hay que tener en cuanta la herida del ser que ha sido ofendido.

4.- No es una obligación. La obligación en este caso genera sentido de culpa. El perdón es la gracia recibida que da la capacidad de perdonar Col. 3,13

5.- No es borrar lo sucedido. “quiero que todo sea como antes” es imposible. Un signo de madurez es aprovechar para reconstruir nuestra relación.

6.- No se trata tampoco de reconciliación. Puedo perdonar, pero no quiero seguir viviendo contigo. (ej. En caso de maltrato en la pareja)

7.- No es renunciar a nuestros derechos… “no quiero nada tuyo. Te perdono” (en caso de separación)  Esa actitud podría ser alabada… pero quizá lo que hay es miedo. No, “a mí me pertenece una parte de esos bienes.

8.- No querer quedar por encima. El perdón requiere humildad, porque lo contrario puede humillar al otro.

El camino del Perdón
En qué consiste el perdón. Es proceso, no es realidad instantánea, es un camino sinuoso. Es proceso de conversión. Búsqueda, proceso, conversión y peregrinación.
1º firme determinación de no vengarse. La venganza carece de creatividad, porque es solo repetir lo que ha habido.
“Perdonar es romper el engranaje de la violencia, negarse a combatir con las armas de odio del
adversario, volver a ser libre, incluso cuando se está encadenado”

Necesidad de introspección. Es necesaria porque solo por ese camino hacia nosotros mismos podemos ver qué había ya en nosotros que ha venido  de fuera a ofenderme y le echo las culpas al otro. Aquí nos encontramos con nuestra parte más frágil y vulnerable: distracciones, activismo, victimización, jugar al héroe, auto-culparse desde la baja estima…
“Una ofensa genera un huracán interior, donde la ofensa de fuera viene a confundirse con las heridas de dentro”
 La clave mirar la propia fragilidad para poder perdonarse a uno mismo y, desde ahí, poder perdonar al otro
“La introspección ayuda a distinguir qué estaba ya en mí mal cicatrizado y ahora ha sido despertado de ese sueño del no querer ver”
Creatividad suficiente para imaginar otra salida que no sea la venganza.
 “El perdón, por oposición a la lógica repetitiva e inevitable de la justicia vengadora, representa esta innovación. Crea un espacio en el que la lógica inmanente a las equivalencias judiciales ya no es válida. El perdón no es el olvido del pasado, sino la posibilidad de un futuro distinto del impuesto por el pasado o por la memoria” Christian Duquoc
       Es la lógica de lo nuevo
4º  Reenfocar la visión que tenemos del ofensor, un malvado, un monstruo… y ése es tan frágil como tú… y también puede tener una posibilidad como la que tienes tú. Y hay que darle la oportunidad que nos libera de la dureza de nuestra mirada.
Detrás del malvado, o del monstruo, hay un ser herido, como nosotros que también es capaz de conversión y de cambio
Abrirse al regalo de la misericordia de Dios. Es el don de Dios que se encuentra con un corazón abierto a la colaboración, dispuesto a perdonar.
El perdón es tan humano que se reduce a algo útil, motivado por el miedo, la mera piedad, o la autodefensa
“Perdona al más débil que tú por piedad hacia él, y al más  fuerte que tú por piedad hacia ti” (Séneca)
El perdón es tan divino que lo trasferimos a Dios “Sólo Dios puede perdonar”
El perdón acontece allá donde la misericordia de Dios se topa con un corazón dispuesto a colaborar
El objetivo es llegar a ese punto donde no soy yo el que quiere perdonar, sino que es el perdón mismo el que toma posesión de mí





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