lunes, 25 de diciembre de 2017

CUENTO DE NAVIDAD 2017



Resultado de imagen de cuento de navidad para niños“NUESTRA NAVIDAD”

“Gloria a Dios en las alturas
y en la tierra al hombre PAZ” (Villancico)

 Clara ha aprendido hacer barquitos con papel de colores en el colegio. En Navidad, los pondrá en el río del Nacimiento de su casa.
Vive en el tercero  de un edificio de cinco pisos. En el bajo, y antes de llegar a la escalera, está la galería de las plantas donde juegan los niños de la vecindad.

La niña es feliz y enseña a hacer barquitos con papel de colores a toda la familia.
—Hay que doblar bien el papel —dice— para que el barquito pueda navegar por el agua.
Su mamá está tan emocionada que sale a la calle a comprar papeles de colores y los recorta para poder hacer más barquitos.



Clara se reúne con sus amigas en la galería de las plantas. Les enseña a hacer barquitos de colores. Se sientan en el suelo y forman un corro. No solo las niñas, también los niños y algunos mayores, que atraviesan la galería, quieren aprender. Clara se ha convertido en una magnífica profesora. Todos los vecinos se han contagiado de esta experiencia de colores.

Las calles están iluminadas. Clara sale a pasear con sus padres la víspera de Navidad. La ciudad se mueve como un carrusel. A pesar de los problemas de cada uno, la gente se sonríe y hay algo en el ambiente que invita a compartir. “Esta noche es Nochebuena…” canta un coro.

La familia vuelve a casa. Al llegar a la galería de las plantas ven que hay un tablero de madera en forma de mesa larga con un mantel blanco de papel. No hay sillas. Se sorprenden y cuando suben a su piso, encuentran a los vecinos en la escalera cuchicheando sobre el significado de la mesa que está en la galería. Nadie sabe nada. Después de varias opiniones, cada vecino se encierra en casa para celebrar su navidad.

Se oyen pasos, los extranjeros del quinto bajan sillas y banquetas y las colocan alrededor de la mesa que está en la galería. La mamá lleva una fuente muy grande con comida y los tres niños colocan platos, vasos y tenedores. El papá pone en la mesa refresco. Todo lo hacen en silencio y regresan a su casa. Los demás vecinos, y sobre todo los niños, curiosean a través de la rendija de las puertas.

La familia del quinto vuelve a bajar con velas encendidas y cantan una canción. Al llegar a la galería de las plantas adornan la mesa con las luces. Clara y sus amigos se mueren de curiosidad. Se escapan de sus casas y se precipitan por la escalera para ver qué sucede en la galería de las plantas, donde ellos juegan. Primero se quedan en silencio y luego preguntan el sentido de la mesa tan larga, las luces y la comida.  Los extranjeros del quinto contestan: “Es Navidad y todos estáis invitados”

Los niños corren a sus casas para contar lo que han visto, sin pensar en las consecuencias. Como una ráfaga de aire, la noticia ha pasado por todas las puertas. En cada casa está la mesa preparada para la cena navideña. ¿Por qué romper una tradición de años? Los niños insisten en compartir la cena con los amigos del quinto.

El padre de Clara dice que es una buena idea,  lo comenta con su vecino de en frente y  bajan para poner su cena en la mesa común. Doña Anita, que vive en el primero y es muy mayor, llama a su amiga Doña Lola, la del cuarto y le pide ayuda para bajar a la galería.  Doña Lola le contesta que esos “tinglaos” son de locos  y que prefiere quedarse en su casa. Doña Anita insiste y convence a Doña Lola. Quiere compartir su cena y su cariño con todos los vecinos. Don Julio el del segundo se ofrece para ayudarlas.  

Poco a poco la mesa se alarga con otras mesas, con fuentes de comida, adornos de Navidad, frutas, dulces y bebidas para todas las edades. Una familia del quinto baja cantando con panderetas y castañuelas. Las otras dos familias del cuarto y del primero se unen a ellos con zambombas y cascabeles. La alegría de la mesa en común es que nadie come de lo suyo, sino que lo ofrece a los demás y siempre sobra para regalar a otros.

Se cena, se canta y sobre todo se habla de esta Navidad nueva para todos. Este entusiasmo llega al corazón de un matrimonio que vive en el segundo. En un principio no querían participar de la invitación, pero descubren que es más bonito celebrar “nuestra Navidad” porque “mi navidad” encierra egoísmo. Ellos ya han cenado pero van a compartir los dulces y también quieren regalar su árbol navideño. Doña Anita emocionada levanta su vaso y dice: —Ya estamos todos. Felicidades.

Los niños participan de esta aventura dando gritos de entusiasmo. Se acuerdan de sus barquitos de papel de colores y deciden regalarlos todos. Y esta Nochebuena, cada vecino hace navegar su barquito por los aires y lo cuelga de las ramas del árbol de Navidad con un deseo:
Cantemos Nuestra Navidad. “Noche de paz, noche de amor…” (Villancico)


María del Carmen Ramos Pueyo

Sevilla Navidad 2017

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