Ven Señor Jesús en este tiempo de
pandemia. Ven y enséñanos a pararnos para contemplar y quedarnos, para
recrear. Ven y enséñanos a contemplar la fragilidad para redescubrir la humildad.
Ven y enséñanos a contemplar el miedo para fortalecer la fe. Ven y enséñanos
a contemplar lo inédito para hacer crecer la esperanza en nosotros. Ven y
enséñanos a contemplar el morir y la muerte, a bendecir cada una de tus
criaturas que se preparan al encuentro contigo y entender que la vida
puede más. Que nuestros ojos sean tus ojos, nuestras manos tus manos,
nuestras palabras tu Palabra, la única que sana las heridas con el oro de
la ternura y la misericordia. Ven Señor Jesús hoy y siempre.