lunes, 14 de diciembre de 2020

El tiempo presente era para San Pedro Pove­da una conexión con la sensibilidad, nece­sidades y oportunidades de su tiempo. Percibió que las mujeres emergían como sujeto activo de la sociedad y presintió, lo que hoy conocemos como el protagonismo  de los laicos en la labor de la Iglesia.  Percibió también que la educación era el gran frente de una renovación social.

“Tener la mente y el corazón en el momento presente” para Poveda, supone abrirse al otro o a los otros diferentes y conocer sus historias, intereses, búsquedas y luchas.

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