Cada año, durante los días 18 al 25 de enero, se celebra el
Octavario de Plegaria por la Unión de las Iglesias Cristianas que se
disgregaron desde hace siglos; unas desde más atrás, otras más tarde. En
todos los casos fue una cuestión dogmática, acompañada también de una actitud
disciplinar casi siempre, la que motivó el enfrentamiento y, a la postre, la
ruptura. Las acusaciones, fundamentadas en puntos de vista diferentes según
cada una de las partes, tenían siempre su punto de arranque en uno u otro
texto del Evangelio. Concretamente, Roma siempre puso el “Tú eres Pedro y sobre
esta piedra…” (Mt 16, 13-20), apoyada además por el deseo de Jesús a los
suyos “Que todos sean uno…” (Ju 17,21), en el discurso de despedida, según el
evangelista Juan. Aunque, a decir verdad, en el caso del protestantismo fue
la corrupción de la propia Iglesia católica, la que impulsó a Lutero a dar el
golpe definitivo de ruptura. Sin llegar a este extremo, cabe recordar que, ya
desde los primeros tiempos de la Iglesia, las grandes disputas que surgían
estaban motivadas casi de manera constante por cuestiones de dogma. Cabe
decir que los concilios se encargaron de evitar la división o la ruptura, aún
peor, en momentos en que el crecimiento y la expansión de la Iglesia era uno
de los objetivos primeros, aprovechando el apoyo y favor de emperadores y
mandatarios. Todo ello fue provocando que los aspectos de compromiso fueran
quedando poco a poco más al margen; oscurecidos por las “verdades de fe” que
iban surgiendo de los concilios. |
sábado, 30 de enero de 2021
La ética ha desplazado al dogma: 18/25 enero
miércoles, 27 de enero de 2021
jueves, 14 de enero de 2021
"El Principio es la Palabra, Luz de futuro sobre la cueva de la nada"
Xabier Pikaza: "El
Principio es la Palabra, Luz de futuro sobre la cueva de la nada"
El 3 de enero 2021 (donde no se celebra la Fiesta de Reyes o Epifanía), la
liturgia católica retoma y reelabora el motivo central de la Navidad, y lo hace
con el Evangelio de Juan 1, 1-18, que no repito aquí por bien conocida.
Cada nacimiento es ya una "resurrección", despliegue y
presencia de Dios en forma humana. En un plano somos para "morir",
pero en otro nacemos para "resucitar", empezando a recorrer el camino
de Dios que es la Vida en cada uno y en todos.
Somos Palabra encarnada, Llamada de eternidad, Luz de futuro sobre el vacío de la cueva de Nada, y así nos elevamos, para Ser en Plenitud, es decir, en Dios, siendo así nosotros mismos, en Amor. Continuar lectura en R. Digital
ALABAR es GRATUIDAD
NOS DECÍAN ANOCHE EN EL CENTRO DARI
Y Francisco asegura que
"alabar es como respirar oxígeno puro"
El Papa invita a alabar a Dios “también en este tiempo de pandemia, porque sabemos que Él es el amigo fiel que nunca nos abandona”
"En el futuro del mundo y en las esperanzas de la Iglesia están los
“pequeños”: aquellos que no se consideran mejores que los otros"
"Los santos y las santas nos demuestran que se puede alabar siempre,
en las buenas y en las malas, porque Dios es el Amigo fiel, y su amor nunca
falla"
El Papa invita a alabar a Dios “también en este tiempo de pandemia, porque
sabemos que Él es el amigo fiel que nunca nos abandona”
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