domingo, 22 de mayo de 2022

DÍA DE LA SOLIDARIDAD. Fundación Escuela de Solidaridad (Atarfe) Un proyecto para hacer familia.

“Dadme una vocación y yo os devolveré una escuela, un método y una pedagogía”

Esta frase de San Pedro Poveda me ha dado una clave para leer la experiencia que vivimos el viernes 20 de mayo, un grupo de personas que fuimos a conocer y compartir con la Escuela de la Solidaridad.  Su fundador y director es Ignacio Pereda, nos atendió como si no tuviera nada más importante que hacer, nos llevó a conocer todas las instalaciones y de camino nos iba contando como funciona ese entramando humano.  Pronto pudimos intuir que el secreto de semejante actividad llevada a cabo con tanta  ilusión y creatividad, no podría ser otro que  una vocación, el Señor llana a los que quiere para que, acoger a los “descartados”, sea la pasión que les mueve cada día.  Con esa vocación ha creado una escuela de solidaridad, un proyecto que pretende recuperar el sentido familiar de personas que, por diversas circunstancias, no han podido ni pueden experimentarlo. Se parte de un concepto de familia universal donde cualquier credo, idea, religión o convicción es aceptada e integrada plenamente, con el respeto y el amor como método de intervención y de desarrollo personal. Con estas premisas, la Fundación acoge en un hogar a personas que viven el desarraigo, la desventaja social, el maltrato o la exclusión: madres con hijos en situación de emergencia, jóvenes inmigrantes, adultos y adolescentes en riesgo.  Actualmente viven allí unas 148 personas (de ellos 35 son niños) de 30 nacionalidades.

¿Qué encuentran las personas que llegan a la Fundación?

Una pedagogía:  “que crea hogar, vida de familia, acogida… factor socializador por excelencia. En ese clima se cultivan los valores solidarios, el respeto, la responsabilidad y todo lo que contribuye al crecimiento personal.  El papel educador de los cuidados es compartido por todos.

Un método: que se basa en el empoderamiento, todos pueden aprender un oficio, una ocupación, una manera de poder ser autónomos y ganarse la vida.

Tres programas básicos:

“Mejor con mamá” No admiten a menores no acompañados, los niños y niñas viven y son cuidados por sus madres. Los padres casi siempre están ausentes.

“Mejor Formado” Se cuida la formación y capacitación de las personas que viven en el hogar.

“Mejor ocupado”  A través de talleres ocupacionales en diversos oficios artesanales: taller de cobre, cerámica, carpintería, forja,  velas, cosmética, grabado, marquetería, vidrio, cuero, mermeladas artesanas…etc.  Productos que pueden vender en un pequeño comercio que tienen en la calle Elvira 85. “Espacio Casa Kuna”

Otras ocupaciones son: Huertos ecológicos en Fuente Vaqueros y Cenes de la Vega.

¿Cómo se financian? No reciben subvenciones públicas para el mantenimiento de la Fundación. Cuentan con la venta de lo que producen en los talleres, en los huertos, los objetos y ropa de segunda mano, las cuotas de socios y subvenciones de empresas privadas a algunos proyectos. ¿Es suficiente con esto? Evidentemente no. Nos contaba Ignacio que ha tenido que devolver los dos últimos recibos de luz.

¿Cómo colaborar? Les viene bien todo, porque ellos reutilizan, reciclan y dan una segunda vida a todo lo que reciben, pero fundamentalmente necesitan aumentar el número de socios, las cuotas periódicas permiten asegurar una cantidad fija para cubrir los gastos imprescindibles.

Volvimos de la visita alegres, impactados, evangelizados y con deseo de implicarnos de algún modo, porque los ejemplos arrastran y si no podemos estar en este tipo de trabajos solidarios al menos colaboremos con aquellos que están gastando su vida en la acogida de los excluidos.

En todos los rincones de la estancia se encuentran carteles inspiradores, pero quizás sea este uno de los que recoge mejor la importancia de lo pequeño: Si te animas y necesitas más datos para colaborar puedes encontrar información en la página web: www.escuelasolidaridad.org

María Medina


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