martes, 26 de mayo de 2015

El ESPÍRITU SE HACE PRESENTE

EN COVADONGA, CUNA DE LA INSTITUCIÓN TERESIANA, COMO CADA AÑO LA INSTITUCIÓN HA CELEBRADO ESE NACIMIENTO.
Este 2015 el encuentro se ha iniciado con la reflexión sobre un texto de Pedro Poveda  centrado en vivir en Verdad 
En ninguna casa tengo mayor gusto que cuando entiendo que los miembros de la Institución van por el camino de la verdad (Jn. 1,4). Y yo digo lo mismo…
Cuando os veo en camino de verdad es cuando tengo más satisfacción; sencillos, sin enigmas, sin querer parecer lo que no sois. Porque cuando tratamos de esconder nuestras flaquezas, no caminamos en verdad; pero cuando las confesamos y deseamos que se nos conozca como somos, entonces caminamos en verdad. Cuando considero el texto citado, pienso: no me entusiasma que tengáis grandes cualidades, sino que seáis veraces en todo momento. (…)
En la Obra siempre hemos celebrado esta fiesta. Deseo que se perpetúe esa tradición entre nosotros. ya sabéis que con el Espíritu Santo recibís el espíritu de verdad, y que este espíritu reine entre vosotros es el mayor consuelo que me podéis proporcionar. en ninguna otra cosa tengo mayor gusto que cuando entiendo que vais por el camino de la verdad. (San Pedro Poveda, 1930)
Después han seguido los testimonios de las personas encargadas de representar a distintos países en los que está presente la Institución: Brasil, España, México, República del Congo; quienes estén interesados en oír esos testimonios pueden entrar en la wed de la Institución Teresiana


EL ESPÍRITU SE HACE PRESENTE

PENTECOSTÉS ha sido la ocasión de múltiples celebraciones, en las que los cristianos renovamos la acogida del ESPÍRITU.
Destaco dos de ellas: Una de la Iglesia universal, la beatificación de Óscar Romero y otra familiar de la Institución Teresiana, voto de Covadonga.

Reproducimos la carta que el Papa Francisco envía a Mons. José Luis Escobar arzobispo de San Salvador en la que expresa el significado de esta beatificación.
Acto de la beatificación


“Querido Hermano:

La beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez, que fue Pastor de esa querida Arquidiócesis, es motivo de gran alegría para los salvadoreños y para cuantos gozamos con el ejemplo de los mejores hijos de la Iglesia. Monseñor Romero, que construyó la paz con la fuerza del amor, dio testimonio de la fe con su vida entregada hasta el extremo.

El Señor nunca abandona a su pueblo en las dificultades, y se muestra siempre solícito con sus necesidades. Él ve la opresión, oye los gritos de dolor de sus hijos, y acude en su ayuda para librarlos de la opresión y llevarlos a una nueva tierra, fértil y espaciosa, que «mana leche y miel» (cf. Ex 3, 7-8). Igual que un día eligió a Moisés para que, en su nombre, guiara a su pueblo, sigue suscitando pastores según su corazón, que apacienten con ciencia y prudencia su rebaño (cf. Jer 3, 15).

En ese hermoso país centroamericano, bañado por el Océano Pacífico, el Señor concedió a su Iglesia un Obispo celoso que, amando a Dios y sirviendo a los hermanos, se convirtió en imagen de Cristo Buen Pastor.

En tiempos de difícil convivencia, Monseñor Romero supo guiar, defender y proteger a su rebaño, permaneciendo fiel al Evangelio y en comunión con toda la Iglesia. Su ministerio se distinguió por una particular atención a los más pobres y marginados. Y en el momento de su muerte, mientras celebraba el Santo Sacrificio del amor y de la reconciliación, recibió la gracia de identificarse plenamente con Aquel que dio la vida por sus ovejas.

En este día de fiesta para la Nación salvadoreña, y también para los países hermanos latinoamericanos, damos gracias a Dios porque concedió al Obispo mártir la capacidad de ver y oír el sufrimiento de su pueblo, y fue moldeando su corazón para que, en su nombre, lo orientara e iluminara, hasta hacer de su obrar un ejercicio pleno de caridad cristiana.

La voz del nuevo Beato sigue resonando hoy para recordarnos que la Iglesia, con vocación de hermanos en torno a su Señor, es familia de Dios, en la que no puede haber ninguna división.

La fe en Jesucristo, cuando se entiende bien y se asume hasta sus últimas consecuencias genera comunidades artífices de paz y de solidaridad. A esto es a lo que está llamada hoy la Iglesia en El Salvador, en América y en el mundo entero: a ser rica en misericordia, a convertirse en levadura de reconciliación para la sociedad.

Monseñor Romero nos invita a la cordura y a la reflexión, al respeto a la vida y a la concordia. Es necesario renunciar a «la violencia de la espada, la del odio», y vivir «la violencia del amor, la que dejó a Cristo clavado en una cruz, la que se hace cada uno para vencer sus egoísmos y para que no haya desigualdades tan crueles entre nosotros». Él supo ver y experimentó en su propia carne «el egoísmo que se esconde en quienes no quieren ceder de lo suyo para que alcance a los demás». Y, con corazón de padre, se preocupó de «las mayorías pobres», pidiendo a los poderosos que convirtiesen «las armas en hoces para el trabajo».

Quienes tengan a Monseñor Romero como amigo en la fe, quienes lo invoquen como protector e intercesor, quienes admiren su figura, encuentren en él fuerza y ánimo para construir el Reino de Dios, para comprometerse por un orden social más equitativo y digno.

Es momento favorable para una verdadera y propia reconciliación nacional ante los desafíos que hoy se afrontan. El Papa participa de sus esperanzas, se une a sus oraciones para que florezca la semilla del martirio y se afiancen por los verdaderos senderos a los hijos e hijas de esa Nación, que se precia de llevar el nombre del divino Salvador del mundo.

Querido hermano, te pido, por favor, que reces y hagas rezar por mí, a la vez que imparto la Bendición Apostólica a todos los que se unen de diversas maneras a la celebración del nuevo Beato.

Fraternamente,

FRANCISCO

Vaticano, 23 de mayo de 2015

lunes, 18 de mayo de 2015

CLAUSURA DEL CURSO 2014/2015


flores, casa, música, los amantes paseando por las murallas...
El curso dedicado a profundizar en el conocimiento de Santa Teresa de Jesús en el V centenario de su nacimiento ha sido clausurado con diferentes actividades.

Las más destacadas han sido la  “Meditación escénica”  que nos ofreció Lola Poveda y el viaje/peregrinación  a Ávila deteniéndonos en los Negrales, donde se perciben también las huellas de la Santa, vividas, actualizadas por la Institución Teresiana.

ENTRE TANTA PIEDRA: MEDITACIÓN ESCÉNICA

La oración, la Virgen, los cacharros, toda la cocina en oración....

Con gran maestría la autora y actora nos hizo entrar en un espacio y en un ambiente en el que pudimos contemplar a Santa Teresa, con el recuerdo de su biografía, de los parajes  abulenses que la vieron CRECER, de su oración entre pucheros, de sus fundaciones y hasta de sus controversias con la Inquisición.
Al concluir se prolongó el silencio meditativo que la actora había conseguido crear.

VIAJE/PEREGRINACIÓN A ÁVILA
Pensado y preparado desde el principio de curso, por el equipo del Centro Dari, en particular por  Encarnita López Aguayo y Jorge Fernández, ha sido el colofón de este caminar tras la huellas de Teresa de Ávila. Los organizadores nos sorprendieron con la invitación a una guía extraordinaria, para que se cumpliera todo el programa previsto casi al minuto, Elisa Fernández amiga, profesora de arte y conocedora de cada rincón teresiano de la ciudad.

 De acuerdo con los seguidores y amigos de Pedro Poveda de Málaga y Granada nos encaminamos en dos autocares hacia Castilla. La organización y todo el viaje fueron  perfectos. Encuentros cordiales, entrañables. Visitas de los lugares cargadas de recuerdos, emoción o descubrimiento. Arte/Espíritu ayudando la marcha. Gastronomía, humor y amistad, alegría hicieron del viaje un recuerdo inolvidable.








Ojalá este año centenario nos haya abierto aún más las puertas que introducen al Castillo: ORACIÓN, HUMILDAD, CARIDAD, DETERMINACIÓN......



...POR ESE CAMINO, EN EL CASTILLO INTERIOR EN LAS SÉPTIMAS 
MORADAS,.. nos habla del desposorio y del matrimonio espiritual, comparación que hace porque no encuentra otra más apropiada para hablar de hasta donde puede Dios llevar al alma... "pasa esta secreta uníón en el centro muy interior del alma, que debe ser adonde está el mismo Dios, y a mi parecer no ha menester puerta por donde entre"

PUES SIGAMOS CAMINANDO...