sábado, 29 de octubre de 2022

Ciclo de conferencias sobre "Vivirnos como iglesia sinodal: un paso más en este proceso"



La dimensión pastoral: Espacios para el ejercicio de la vida cristiana, lugares de comunión y cercanía.

Severino Calderón Martínez, ofm. Superior de la Fraternidad Franciscana de Granada.

El Miércoles 9 de noviembre 19.00h, en el Colegio Mayor Cardenal Cisneros Calle Neptuno, 5. 

18004 Granada

Inscripción por WhatsApp 643 077 207

miércoles, 26 de octubre de 2022

UNAS VACACIONES MUY DIFERENTES: Voluntaria en Honduras

Lola López- Justicia

Este verano, desde el día de San Antonio, 13 de Junio, hasta la Virgen del Carmen, 16 de Julio, he disfrutado de unas vacaciones únicas y muy diferentes. En ese tiempo estuve en una misión en Honduras, en Tegucigalpa. Dicha misión tiene un nombre, Fundación Acoes. Y su sede social aunque también con varias dependencias, está situada en un barrio con muchas necesidades, Monterrey. 

Conocí a personas muy implicadas en esa misión y a través de una conversación con ellas, expresé mi deseo de ir. Poco después conocí al P. Patricio, artífice y fundador de la misión que vino a España, y el empujoncillo que necesitaba me lo dio él. 

Siempre tuve la inquietud de vivir esa experiencia y la verdad es que estoy muy contenta y agradecida a la vida por haberme dado esa oportunidad. Viajé el 13 de Junio con otras personas de la misión que habían venido a pasar unos días con su familia. El viaje largo y sin sobresaltos, gracias a Dios.

Pero una vez que llegué allí, era un mundo diferente; una experiencia por un lado muy triste, pues por primera vez conocí de cerca la pobreza y sus consecuencias y, por otro, la adaptación a la situación que vive la mayoría del pueblo hondureño. 

Fuimos a visitar un centro infantil “San Juan Bautista”, hasta llegar allí hay que pasar por un núcleo de chabolas “La Nora” y ver aquel panorama era muy desolador. Eran chabolas construidas con madera o chapa donde se vivía en la pobreza extrema, y que al no estar urbanizada, no sé si quizá no tuvieran luz ni agua. Para esa gente tan pobre estaba el centro infantil, donde esos niños van y además de aprender, comen dos veces al día. Lo de la comida es muy importante, porque hay mucha desnutrición en la infancia.

Esa es una de las situaciones diferentes que viví allí. Me reconfortó conocer de primera mano la labor que está haciendo la misión, siempre en los barrios más pobres y a favor de tanta gente necesitada en aquel país, que es de los más pobres de Latinoamérica. 

El P. Patricio quiere ser un padre para esos chicos y chicas, que sin tener culpa de nada viven ese estilo de vida, careciendo de tantas oportunidades que aquí tenemos. Y para él, lo más importante es que a través de la enseñanza, puedan llegar a ser universitarios y esa será una manera importante,  de ayudar  al país, a través de la cultura y la educación.

Más que seguir relatando lo que vi, que fue mucho y que por supuesto me enriqueció y me hizo  pensar, quiero describir lo que sentí viviendo aquella experiencia y constatando la labor tan maravillosa que se hace a través de la misión.

Mi sentimiento es de agradecimiento, me ha tocado vivir en un país donde todo es más fácil; mi sentimiento es de empatía y responsabilidad hacia aquellas personas que necesitan de nuestra ayuda y comprensión; mi sentimiento es de reconocimiento hacia los misioneros y misioneras que atienden a tantas personas necesitadas, de manera desinteresada, habiendo dejado familia y trabajos en España para dedicarse al seguimiento de Jesús; mi sentimiento es de sorpresa viendo la alegría que sienten esos misioneros que viven de manera austera y centrados sólo en hacerles la vida más fácil a todas las personas que ellos atienden en: escuelas, casas de estudiantes, centros infantiles, residencia de ancianos, centros de capacitación juvenil, centros de salud, centros de atención a personas discapacitadas…seguro que algo se me olvida porque la ayuda es grande. 

No cabe duda que es una obra de Dios, se ve Su mano tocando el corazón de tantos españoles, ya que desde España se financia casi el 90%  de las necesidades que se cubren, aunque nunca es suficiente. 

Así que, agradecida y revitalizada por lo que viví y sentí, comparto este sentido relato.

viernes, 21 de octubre de 2022

La Granada de San Juan de Dios. La hospitalidad en el siglo XVI.

La tarde del miércoles 19 de octubre, a las 18h, el Centro Cultural Dari comenzaba las actividades del curso 2022-2023. Y lo hacía con una invitación a caminar tras las huellas de San Juan de Dios en Granada, con un subrayado importante, la hospitalidad en el siglo XVI.

Un grupo de 25 personas respondía a la invitación y guiadas por María del Mar Giménez Martínez, Lda. en Geografía e Historia, con especialidad en Historia del Arte, iniciaba el camino por las empinadas calles de la ciudad. Pronto esta ruta exterior se convertiría, en palabras de un participante, en un camino espiritual personal.

San Juan de Dios, se llamaba Juan Ciudad, nació en Portugal en 1495, se cree que era de familia judía. Criado y educado cristianamente, a los 28 años se alista como soldado al servicio del emperador Carlos V en España y en países europeos.

De nuevo en España se instala como vendedor de libros en Sevilla, para después marchar a Granada, donde se establece con idéntico trabajo. Aquí oye predicar a San Juan de Ávila, el Maestro Ávila, y experimenta una extraordinaria conmoción espiritual «…en esta ciudad un santo clérigo que se llamaba el Maestro Ávila, predicador apostólico y de muy santa vida, y en la ciudad decían que este Padre Maestro lo había convertido…»  «… dos hombres honrados de la ciudad, compadeciéndose de él, lo llevaron al Hospital Real de Granada, que es donde recogen y curan a los locos de la ciudad…».

Juan recluido en el Hospital Real, sufre en propia carne el trato que se da a los enajenados allí internados: celdas oscuras, maniatados, tratados con azotes, baños de sorpresa, exorcismos o cadenas, como corresponde a la terapéutica de la época con estos enfermos.

Juan cuestiona a sus cuidadores «… ¿por qué tratáis tan mal y con tanta crueldad a estos pobres miserables y hermanos míos… no sería mejor que os compadecieseis de ellos y de sus trabajos, y los limpiaseis y dieseis de comer con más caridad y amor que lo hacéis…?».

Aquí, toma conciencia de su misión: «Jesús-Cristo me traiga tiempo y me dé gracia para que yo tenga un hospital, donde pueda recoger los pobres desamparados y faltos de juicio, y servirles como yo deseo».

Juan se pone bajo la dirección espiritual del Santo Maestro, que aprueba su deseo de dedicarse al servicio de los enfermos, los pobres, y todos los necesitados que se relacionan con él; y al mismo tiempo practica un intenso apostolado, especialmente entre las mujeres públicas. juan no sabe de teorías, es un hombre concreto, su imperativo es dar y para ello lo busca a su manera.

Granada era una ciudad de contrastes: algunos ricos, que vivían en buenos palacios y muchos pobres que eran ignorados por las minorías ricas. Esta es la realidad que Juan se encuentra y a la que ni puede ni quiere cerrar sus ojos.

Por eso, la primera solución que pretende es la de servir de puente entre ricos y pobres, pedir a los ricos para dar a los pobres, Juan necesita dinero y los ricos lo tienen. Su primera misión es despabilar la conciencia dormida de estos acomodados de la sociedad y, además de su dinero, les pedirá su solidaridad y su sentimiento de igualdad para con sus hermanos los pobres que son tan hijos de Dios como ellos, y aún más, porque si el Evangelio es parcial con alguien, es a favor de los pobres. La obra iniciada por Juan de Dios tiene unos alcances de auténtica revolución social.

Juan de Dios es signo de que todo lo humano habla de lo divino siendo por tanto el anuncio de un “cielo nuevo y una tierra nueva”. Juan de Dios es ante Dios el signo del hombre nuevo y ante los hombres el signo de la presencia de la misericordia de Dios en este mundo.