LOLI COMPARTE SU EXPERIENCIA
Desde la defensa de los derechos humanos y desde la misericordia de la que nos habla Jesús vivo implicada en las vidas de las personas sin hogar. Voy a visitarlas con un grupo de voluntarias universitarias que pertenecen a la asociación Solidaros y, por otro lado, con dos adultos a los que sólo les mueve la compasión y la humanidad. Así es que conozco un poco de su andar diario buscando los recursos, de sus tiempos de soledad y de refugio en la bebida, de su alegría por sentirse escuchados-as, de su afán de superación, de sus ratos de conversación desenfadada y alegre, de su impotencia para cambiar su vida, de su "aplastamiento "por el sistema, de sus peleas y su rabia entre ellos-as,de sus miedos a la hora de dormir buscando compañía y lugares "seguros", de su resistencia ante el frío, el hambre ,el pánico..., con el que se echan a dormir...

Marcos lleva 7 años en la calle, sin nada, bueno, tiene dos perros que es mucho ,le mantienen unido a la vida. Ha tenido una tienda de campaña, la tenía muy ordenada, las mantas estiradas sobre el colchón, la ropa doblada,con una alfombrita en la puerta. Pero en un día de "limpieza"se lo llevaron todo. Están acostumbrados a volverse a quedar sin nada y empezar de nuevo, en otro lugar (donde los vecinos sean mas tolerantes) y con otras gentes, siempre improvisando.