sábado, 29 de abril de 2017

OTRA SEMANA SANTA

Hay vidas y vidas

HAY VIDAS Y VIDAS
MARI PAZ LÓPEZ SANTOS, pazsantos@pazsantos.com
MADRID.
ECLESALIA, 28/04/17.- Hay vidas que conociendo a quien la vive y reconociendo que la vocación, la misión, la entrega y el amor son la constante de cada instante de su vida, que se vive al margen porque se situó, hace ya muchos años, en los márgenes que viven los que no parece que importe a nadie que vivan o no vivan. Hay vidas y vidas.
He recibido el correo electrónico de un buen amigo que desde uno de los márgenes o periferias del mundo (viene de la República Centroafricana) y lo he leído con rapidez primero, y poco a poco después. Cada letra ha sido tecleada a la carrera, sin saber muy bien si podría enviarlo o no.
Me retiro, en silencio, para que la palabra de mi amigo pueda sonar en muchos corazones, al menos para acercarnos a su vida y los que parecen ser invisibles, como tantos otros, en el mapa del mundo, en la responsabilidad de las naciones y en los corazones de quienes todo esto nos pilla lejos, o ya no tan lejos aunque no lo queramos ver.
Escribe mi amigo (*1):
“He leído tu mail con retraso porque he estado fuera de cobertura durante toda la Semana Santa y unos días más. El domingo de Ramos estuve en la Catedral de Bangassou y el martes tuvimos la misa crismal con una parte de mis curas. El miércoles ya te digo que me fui a una zona de alto riesgo, con muchos rebeldes armados rondando y la gente muy asustada. Fui a pasar la Semana Santa con ellos para pacificar el ambiente y que los rebeldes nos dejaran recomenzar la escuela, que no dispararan para no amedrentar a los niños y normalizar la vida de la misión y del pueblo. A la siguiente no pude pasar porque la pista estaba muy peligrosa y todos me decían de no tentar al diablo que nadie había pasado en varias semanas. Muchos musulmanes han muerto en estas semanas, asesinados por gente violenta. El Jueves Santo quise lavar los pies a un musulmán, un poco como para lavar esa sangre inocente derramada. Me he traído un niño de 10 años a quien le han matado a la familia. Lo tengo donde las monjas hasta que encontremos restos de su clan itinerante que andará huyendo por la selva.
El Viernes Santo me fui a una comunidad en plena selva. Había un grupo de viudas a las que les habían matado a los maridos delante de ellas unos días antes, amarradas las manos  con una cuerda a la espalda, les volaron la cabeza simplemente por no tener dinero que dar a estos paramilitares sin escrúpulos. Ellas habían huido cinco kilómetros hasta llegar a donde yo estaba y no paraban de llorar. Pero es que desde la primera lectura de ese Viernes Santo empezó a llover y diluvió hasta el final de la oración de la Pasión. Yo no podía abrir boca porque el ruido de la lluvia sobre las planchas de zinc me lo impedía. Dios amordazó nuestras bocas llorando a cántaros desde el cielo contra la barbarie que esos criminales habían cometido en ese pueblo de 50 habitantes.
El Sábado Santo estuve negociando con otros rebeldes menos armados, que dan caza a los primeros, para que dejaran a las Franciscanas y a los dos curas de recomenzar la escuela. Aceptaron. Mañana iré a otra zona de la diócesis donde otro grupo de rebeldes han ocupado la escuela y violan a las mujeres del pueblo a su antojo. Me quedaré allí hasta el domingo, no sé si podré enviarte este mail mañana antes de irme.
He pedido a la fuerza de la ONU, la Minusca, que me acompañe, pero me dicen que no han recibido órdenes de sus mandos. La ONU no encuentra países con soldados disponibles que quieran venir a Centroáfrica.
Vivo todo esto desde la serenidad sabiendo que Dios llora en las guerras y nos acompaña con su presencia invisible. La semana que viene tendremos una peregrinación de tres días que termina con una ordenación sacerdotal. Viviremos otra vez en zona de alto riesgo pero abrigados bajo el manto de la Virgen María.
Acabo de leer tu libro "Misión Compartida (*2) entre negociaciones con rebeldes.Me ha gustado mucho cómo escribes. No me acordaba del "Pacto de las catacumbas" y me parece un gesto profético de Helder Cámara y los suyos. Usas expresiones que yo uso también como "reciclar la violencia" o "dar o darse" (…) Echo de menos que no hables de los curas de parroquia. Los míos viven como columnas de bronce en zonas muy complicadas. Hay uno que llevo sin verlo dos meses y sigue allí con su pueblo en unión de desasosiegos e incertidumbres, de matanzas y esperanzas. En fin un trinomio muy interesante laicos, monjes y pobres. Mis pobres son míseros y zarandeados por la vida, son familias enteras al borde de la exterminación y me impresiona siempre cómo nunca pierden la esperanza. La lucha del vivir día a día, a contracorriente pero sin perder la esperanza... Mil abrazos y feliz tiempo de Pascua.
Unidos en la oración. Yo me aíslo en una colina y rezo. Hago como la rana, que pasa desde la agitación de la superficie a la tranquilidad de la profundidad con solo dar un salto y allí carga las pilas para poder volver a la superficie, a su bregar cotidiano, aunque sea en zona de alto riesgo, en la boca del lobo y corriendo sobre el filo de una cuchilla. Hasta la próxima, Juanjo Aguirre”
¿Cómo puedes leer, rezar, recoger, acompañar, negociar, reclamar, recordar, mandar recuerdos, abrazos en medio de toda ese sufrimiento y violencia? Sí, ya sé, como la rana y sin perder la esperanza.
Que tus palabras llenas de profunda experiencia ayuden a transformar corazones por este lado del mundo. Gracias y hasta la próxima, siempre (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

jueves, 20 de abril de 2017

¿DÍA DEL LIBRO?


PERO 

¿QUIÉN LEE?

¿PARA QUÉ LEE?

¿QUÉ LEE?


¿QUIÉN SE ARRIESGA A LEER?


¿CÓMO APRENDER A LEER DE NUEVO?


¿PARA QUÉ SIRVEN HOY LAS BIBLIOTECAS?

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Una experiencia de lectura
Edith Stein se ve iluminada por la lectura de la vida de Teresa de Jesús y dice:
“La mirada dirigida a la vida del alma ajena, nos enseña a conocer- al menos en cuanto al tipo- la propia vida del alma, tal como se presenta observada desde el exterior.  Además, la experiencia ajena de nuestra vida anímica, tal como llega a nuestro conocimiento por  medio de las relaciones mutuas, puede aclararnos algunos rasgos de nuestra vivencia, que habían quedado sustraídos a nuestra propia experiencia, pero que llegan a hacerse visibles desde el exterior”

martes, 18 de abril de 2017

Conferencia sobre EDITH STEIN

Día 19 a las 19:30 Centro Dari
FELISA ELIZONDO ARAGÓN
Teóloga católica española, de la Institución Teresiana. Estudió Filosofía y Letras (lenguas clásicas) en la Universidad de Barcelona y se especializó después en Teología, doctorándose por la Universidad de Santo Tomás de Roma con una tesis dirigida por el profesor Dalmazio Mongillo, con el título Conocer por experiencia: un estudio sobre el tema en la Suma Teológica (Revista Española de Teología, Madrid 1992). Es profesora de Teología en el Instituto Superior de Pastoral de la Universidad Pontificia de Salamanca (en el Campus de Madrid), donde enseña antropología teológica. Pertenece a la Asociación Europea de Teología Católica y a la Asociación de Teólogas Españolas. Entre sus publicaciones: Las mujeres en la Iglesia, una cuestión abierta (Madrid 1997); Jesús y la dignidad de la mujer (Madrid 2003); Dignidad de la persona humana, en Nuevo Diccionario de Catequética (Madrid 1999, 611-623).
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domingo, 16 de abril de 2017

"YO SOY EL MISMO AMOR QUE DIOS PADRE TIENE POR LA HUMANIDAD..."

“El mensaje era su propia Persona”

San Mateo (28:1-10) 28 Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María la Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. 2 Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. 3 Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. 4 Y de miedo de él los guardias temblaron y se quedaron como muertos. 5 Mas el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: Dejad de temer vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. 6 No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde yacía el Señor. 7 E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí que va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí que os lo he dicho. 8 Entonces ellas, saliendo a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, 9 he aquí que Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, se asieron a sus pies, y le adoraron. 10 Entonces Jesús les dijo: No temáis ya; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.

 Estamos celebrando esta Vigilia Pascual, que es la celebración más importante del año. De esta Noche Santa brota todo, como de una fuente; y hacia esta Noche Santa corre el transcurso de todo el año cristiano, de todo el año litúrgico. Podemos recordar esas palabras de san Pablo, que dicen: “si Cristo no ha resucitado somos los más desgraciados de los hombres”. Fijaos, Jesús había unido de tal manera su mensaje a su Persona, que es impensable que su mensaje hubiera continuado adelante si Él hubiera permanecido en el sepulcro. Jesús no fue un filósofo que tenía una doctrina que entregar a los hombres y cuya doctrina podía continuar, aun cuando Él hubiera muerto. No estamos ante una filosofía. Estamos ante una persona que nos dijo que su mensaje era Él mismo. Jesús con sus palabras, con sus encuentros, con sus curaciones… nos estaba diciendo, una y mil veces: “Yo soy el mismo Amor que Dios Padre tiene para toda la humanidad”.

MUJERES Y ESPIRITUALIDAD:CONFERENCIA

Edith Stein

LA SEDUJO LA VERDAD. "QUIEN BUSCA LA VERDAD CONSCIENTE O 
INCONSCIENTEMENTE, BUSCA A DIOS"

por Felisa Elizondo Teóloga




Centro Cultural Dari, Colegio 
Mayor Santafé C/ San Antón 44 Granada

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sábado, 15 de abril de 2017

MUERTOS EN LA CRUZ

“Donde está el infierno, allí está Dios”
San Juan (19:31-37) 31

Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el sábado (pues aquel sábado era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí. 32 Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había sido crucificado con él. 33 Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. 34 Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. 35 Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. 36 Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No se le quebrará ningún hueso. 37 Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
¿Dónde está el infierno? El infierno se encuentra en cualquier lugar donde se desacraliza a la persona humana. ¿Qué significa desacralizar a la persona humana? Significa hacer de la persona un objeto, una cosa. Allí donde la persona humana deja de ser un fin y se convierte en un medio de uso y de abuso, ¡allí está el infierno! Esto nos ayuda a entender el significado de la cruz en tiempos de Jesús: morir crucificado era algo infernal.

viernes, 14 de abril de 2017

SEMANA SANTA: ANTE PILATO



“Narrar nuestra historia desde el fracaso”
San Juan (18:33-37)
Tú lo dices; yo soy rey

33 Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos?
34 Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?
35 Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
36 Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.
37 Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú lo dices; yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.

En este relato que se acaba de proclamar, en este diálogo de Pilato y Jesús, se respira una cierta atmósfera de ironía. ¿Cómo se sentiría Pilato ante aquél hombre que llevan a su presencia? Aquél hombre aparece semidesnudo y absolutamente desposeído de cualquier autoridad. Quizás, a los ojos de Pilato, aquél hombre, llevado a su presencia, aparece como un pobre lunático, un carpintero de la Galilea que, nada más y nada menos, pretendía ser rey. “Tú lo dices, yo soy rey”. Lo que le faltó a Pilato, como tantas veces le ha faltado a la Iglesia, y quizá también a nosotros, fue trascender la materialidad de las palabras, para intentar comprender el misterio que se escondía en ellas.

jueves, 13 de abril de 2017

JUEVES SANTO CON MUCHOS/AS

Madrid, 13 de abril de 2017
¡Sed Audaces! ¡No temáis!
¡El Espíritu del Señor es de fortaleza y amor!
JUEVES SANTO

Puede parecernos que el mensaje del Jueves Santo es siempre el mismo, y hay algo
de verdad. Lo que cambia es el hecho de que en nuestras vidas ha pasado un año,
con sus luces y sus sombras, así como para la realidad mundial, para nuestras
sociedades, nuestras comunidades, nuestras familias. Y nuestra lectura de la
realidad nos hace sentirnos más atentos y vigilantes al mensaje de un amor hasta
el extremo.
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La audacia de un amor vivido hasta el extremo
Una vez más la celebración del Jueves Santo nos recuerda la novedad que experimentaron los primeros discípulos de Jesús en los días que precedieron a la fiesta de la Pascua.
La experiencia de los últimos días de la vida de Jesús les hizo entender que lo más importante de todo lo que habían podido descubrir, conocer, aprender, no era del orden del conocimiento, sino de la relación. Una relación que les hizo sentirse únicos, es decir, conocidos, llamados, invitados, amados, perdonados, liberados por Aquel que habiendo amado a los suyos los amó hasta el extremo. Es la audacia de un amor vivido hasta el extremo.
La noche del Jueves Santo nos recuerda que nuestra tarea, nuestro quehacer cotidiano es servicio, un servicio que se expresa en las cosas más sencillas de la vida, porque todo se puede hacer por amor. Cuando amamos “en obras y en verdad” todo se vive desde el amor. El hecho de amar es mucho más importante que lo que podamos hacer o dejar de hacer. Todo puede estar marcado por la ternura, la compasión, la misericordia y el perdón. Es un camino de sencillez y de humildad. No buscamos el reconocimiento, sino el servicio y el hacerlo por amor. Ese es el mensaje que Jesús nos deja en la noche del Jueves Santo.

miércoles, 12 de abril de 2017

SEMANA SANTA:COMO YO OS HE AMADO

“La pequeña equivocación de Jesús”
San Juan (13:33-34)
Entonces, dijo Jesús:— 33 Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis, pero, como dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir.
34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.


La VIDA nunca se equivoca.
Fluye en el terraplén y en el tronco seco
Hay un momento del evangelio, que todos conocéis muy bien, donde un maestro de la ley se acerca a Jesús y le pregunta: “Mira, Maestro, dime cuál es para ti el mandamiento más importante”. Sabéis la respuesta, Jesús le dice: “El mandamiento más importante es amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a ti mismo”.
No debió quedarse Jesús muy satisfecho con esta respuesta, especialmente con la segunda parte de ese mandamiento: “ama al otro como a ti mismo”. ¿Y por qué razón Jesús no se quedó muy conforme con esa respuesta? Porque quizá se había equivocado, porque quizá un mandamiento así formulado, no era un buen mandamiento. ¿Por qué razón? Porque hay gente que no sabe amarse a sí misma. “Ama al prójimo como a ti mismo” es un mandamiento tremendamente peligroso, ya que la medida del amor, recae en mí mismo y, curiosamente, ¡hay gente que se ama tan mal! Cuando uno no se ama bien a sí mismo, es incapaz de amar a los otros, porque al final lo que hacemos es extender hacia fuera el trato que tenemos con nosotros mismos. Si yo soy muy exigente conmigo mismo, soy exigente con los otros. Si yo no soy capaz de valorarme como persona, no soy capaz de valorar a los otros. En definitiva, si yo no sé tratarme bien, amorosamente a mí mismo, no soy capaz de tratar bien y amorosamente a los otros.

lunes, 10 de abril de 2017

SEMANA SANTA. No me lavarás los pies jamás


“¿Soportaré que haya un Dios y que no sea yo?”
San Juan (13:1-11)

6.... Llegó, pues, a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies a mí?
7 Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.
8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavo, no tendrás parte conmigo.
9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza.
10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros estáis limpios, aunque no todos.
11 Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No todos estáis limpios.



¿Soportaré que haya un Dios y que no sea yo? Me parece que esto conecta muy bien con la experiencia que todos tenemos de nosotros mismos. Si hubiera un Dios, ¿quién mejor para ser Dios que yo mismo? Esto es un retrato perfecto de la historia de la humanidad. La historia de los hombres y mujeres de este mundo, desde los orígenes, se cifra justamente aquí. Ese relato, con el cual se abre la biblia, del primer pecado, Adán y Eva, está haciendo referencia a esto que os comento. El maligno, Satanás, seduce a la mujer con el siguiente argumento: “si comes del fruto del árbol que se te ha prohibido comer, serás como Dios”. Desde ese momento, todos, en alguna ocasión, hemos pensado así: si hubiera Dios, ¡qué mejor candidato para serlo, que yo mismo!
Y fijaos, ¿cuál es la característica fundamental de Dios, de los dioses? La característica fundamental es que son todopoderosos. O de otra manera, la característica fundamental de los dioses es el poder. Por tanto, la historia de la humanidad se resume en eso: una historia dislocada, denodada, de los hombres y mujeres de este mundo, para alcanzar poder. 


sábado, 8 de abril de 2017

SEMANA SANTA I DIME QUIÉN SOY


“Jesús, dime quién soy”
San Mateo (16:13-20)
DIME TÚ QUIÉN SOY SEÑOR

13 Al llegar Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
14 Ellos dijeron: Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que Jeremías, o alguno de los profetas.
15 Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que ates en la tierra, estará atado en los cielos; y todo lo que desates en la tierra, estará desatado en los cielos.
20 Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo.
Hay una gran pregunta en la vida de todo hombre y de toda mujer, una pregunta muy básica: ¿quién soy yo? Es una pregunta a la que tenemos que responder a lo largo de nuestra vida y que no siempre tiene una fácil respuesta. ¿Dónde encontramos respuesta a la pregunta de quién soy yo? Fundamentalmente en dos lugares; hay como dos fuentes donde podemos encontrar respuesta a la pregunta de quién soy yo.

jueves, 6 de abril de 2017

Meditación:Jesús está hablando de su muerte

“El miedo a Jesús” 


San Marcos (9:30-37) 30 Y saliendo de allí, iban pasando a través de Galilea, y él no quería que nadie se enterase; 31 pues él estaba enseñándoles a sus discípulos, y les decía: El Hijo del Hombre es entregado a traición en manos de hombres, y le matarán; y después de tres días, resucitará. 32 Pero ellos no entendían este dicho, y tenían miedo de preguntarle. 33 Llegaron a Cafarnaúm. Y estando ya en la casa, les preguntaba: ¿Qué discutíais por el camino? 34 Pero ellos se callaban; porque en el camino habían discutido entre sí quién era mayor. 35 Entonces se sentó, llamó a voces a los doce, y les dijo: Si alguien desea ser primero, que sea el último de todos y el servidor de todos. 36 Y tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo tomó en sus brazos, y les dijo: 37 Cualquiera que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino al que me envió.

Una frase ha llamado especialmente mi atención de este evangelio que acabamos de escuchar. Se trata de ese momento en el que se nos dice: “tenían miedo de preguntarle”. Jesús está hablando de su pasión en Jerusalén. Jesús está hablando de que le espera una muerte segura, porque va a ser entregado en mano de los sacerdotes, va a ser maltratado, va a ser crucificado. Nos dice el evangelista, que los discípulos no entendían muy bien de qué estaba hablando el Maestro y que les daba miedo preguntar.