Teresa de Jesús, santa andariega, después de cinco siglos de su muerte, no ha cesado aún de caminar. Sigue hoy haciendo nuestro idéntico camino, llevando nuestras prisas y problemas, igual que anduvo ayer, viajera y fundadora, en posadas y ventas.
Teresa de Jesús no quiere viajar sola. No lo hizo en el tiempo, menos desde la eternidad. Traba conversación con todo el mundo, dialoga con Dios y con los hombres.
Maximiliano Herráiz nos acerca a a este libro, que es parte de esas largas y amenas conversaciones que la Santa tenía con sus hijas las Carmelitas
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