miércoles, 23 de septiembre de 2015

5º Continuación del comentario de Santa Teresa al Padrenuestro




Trata de estas palabras del Padrenuestro:
 “Perdona nuestras deudas”


 Cap 36 de Camino de perfección
Pues, viendo nuestro buen Maestro que con este manjar celestial todo nos es fácil, si no es por nuestra culpa, y que podemos cumplir muy bien lo que hemos dicho al Padre de que se cumpla en nosotros su voluntad, le dice ahora que nos perdone nuestras deudas, pues nosotros perdonamos.
Y así prosigue en la oración que nos enseña, dice:
“Y perdónanos, Señor, nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”

Mirad, hermanas, que no dice: “como perdonaremos” porque entendemos que quien pide un don tan grande como el pasado, y quien ya ha puesto su voluntad en la de Dios, que ya esto ha de estar hecho; y así dice: “como nosotros las perdonamos”.
Así que quien de veras haya dicho esta palabra al Señor: “Fiat voluntas tua” todo lo ha de tener hecho, con la determinación al menos.
Dadnos, mi Dios, a entender que no nos entendemos y que venimos con las manos vacías y perdónanos tú por tu misericordia.

Pero ¡cuánto debe estimar el Señor este amarnos unos a otros!
Pues pudiera el buen Jesús poner delante otras y decir perdónanos Señor, porque hacemos mucha penitencia o porque rezamos mucho y ayúdanos y lo hemos dejado todo por ti y os amamos mucho.
Y no dijo, porque perderíamos la vida por ti, y, como digo, otras cosas que podía haber dicho, sino sólo porque perdonamos. Pero por suerte como nos conoce tan amigos de esta negra honra y como cosa más difícil de alcanzar por nosotros y más agradable a su Padre, la dijo y se la ofrece de nuestra parte.




jueves, 17 de septiembre de 2015

4ª Comentario al Padrenuestro


Prosigue en la misma materia. Es muy bueno para después de haber recibido el Santísimo Sacramento. C.Cap. 34



Pues esta petición de “cada día·, perece que es para siempre. Estaba yo pensando por qué después de haber dicho el Señor, “cada día” volvió a decir “dánosle hoy, Señor”.
Ser nuestro “cada día”, me parece a mí que acá lo poseemos en la tierra, y lo poseemos también en el cielo, si nos aprovechamos bien de su compañía.
Pues no se queda por otra cosa con nosotros, sino para ayudarnos y amarnos y sustentarnos para hacer esta voluntad que hemos dicho que se cumpla en nosotros
Su Majestad nos lo dio, como he dicho, este mantenimiento y maná de la humanidad, que le hallamos como queremos y que, si no es por nuestra culpa, no moriremos de hambre.
Que de cualquier manera que quiera comer el alma, hallará en el Santísimo Sacramento sabor y consolación (Sab 16, 20).
No hay necesidad, trabajo ni persecución que no sea fácil de pasar, si comenzamos a gustar de los suyos.
¿Pensáis que no es alimento aun para estos cuerpos este santísimo manjar, y gran medicina aun para los males corporales?
Pues si cuando andaba en el mundo con solo tocar sus ropas sanaba a los enfermos, ¿cómo dudar de que hará milagros estando tan dentro de mí, si tenemos fe, nos dará lo que le pidamos, pues está en nuestra casa?
Y no suele su Majestad pagar mal la posada si le hacen buena acogida.
Mas, acabando de recibir al Señor, pues tenéis la misma persona delante,   procurad cerrar los ojos del cuerpo y abrir los del alma y miraros al corazón.
Yo os digo, y otra vez lo digo y muchas más lo querría decir, que si tomáis esa costumbre cada vez que comulgáis (y procurad tener tal conciencia que os sea lícito gozar a menudo de este bien) que no viene tan disfrazado, que, como he dicho, de muchas maneras no se dé a conocer conforme al deseo de verle.
Y tanto lo podéis desear que se os descubra del todo.




sábado, 12 de septiembre de 2015

3º Comentario del Padrenuestro

Continúa comentando "QUE ESTÁS EN EL CIELO"
Cap 28, 9
Pues pensemos que dentro de nosotros hay un palacio de grandísima riqueza,  todo su edificio de oro y piedras preciosas, en fin como para tal Señor. Y que vosotros sois parte para que este edificio sea cual es, y que en verdad es así.
Qué no hay edificio de tanta hermosura como un alma limpia y llena de virtudes, y mientras mayores sean éstas más resplandecen las piedras.
…. Aunque sea por un solo momento, el recuerdo que tengo compañía dentro de mí, es de gran provecho. En fin irnos acostumbrando a saber que no es menester dar voces para hablarle, porque Su Majestad se dejará sentir cómo está allí.
El Castillo interior, al que vamos accediendo
De esta manera rezaremos con mucho sosiego vocalmente, y nos quitamos trabajo… 

Porque a poco tiempo que nos esforcemos para estarnos cerca de este Señor, nos entenderá por señas, de manera que si teníamos que decir muchas veces el Padrenuestro, nos entenderá con sólo una vez. Es muy amigo de quitarnos trabajo, aunque en una hora le digamos una vez, como seamos conscientes que estamos con Él y lo que le pedimos y las ganas que tiene de darnos y que de buena gana se está con nosotros, no es amigo de que nos quebremos la cabeza hablándole mucho. Y como nada se aprende sin un poco de trabajo. 
Por amor de Dios, hermanas, que deis por bien empleado el cuidado que pongáis en esto.
...Y en este Palacio está este gran Rey, que ha tenido a bien ser vuestro Padre, y está en un trono de grandísimo precio, que es vuestro corazón

lunes, 7 de septiembre de 2015

2º Comentario al Padrenuestro

"... y se hizo hombre" y nos
enseñó a orar. Cristo de María García
 Ahora, mirad qué dice vuestro Maestro
 Que estás en el Cielo
¿Pensáis que importa poco saber qué cosa es Cielo y adónde se ha de buscar vuestro sacratísimo Padre?
Pues yo os digo que para entendimientos dispersos que importa mucho, no sólo creer en esto, sino procurarlo entender por experiencia. Porque es una de las cosas que ata mucho el entendimiento y hace recoger el alma.

Ya sabéis que Dios está en todas partes. Pues es claro que adonde está el rey, allí  -dicen- está la corte. En fin, que adonde está Dios, allí es el Cielo.
Sin duda lo podéis creer que adonde está Su Majestad está toda la gloria.
Pues mirad que dice S. Agustín que lo buscaba en muchas partes y que vino a encontrarlo dentro de sí mismo (Soliloquios, 31 y Confesiones X, 27)
¿Pensáis que es poco para un alma dispersa entender esta verdad y ver que no le hace falta para hablar con su Padre Eterno ir al cielo, ni para regalarse con Él, ni necesita hablar a voces?

Por bajito que hable, está tan cerca que nos oirá. Tampoco necesita alas para ir a buscarlo, sino ponerse en soledad y mirarlo dentro de sí y no extrañarse de tan buen huésped. Sino hablarle con gran humildad, como a Padre, pedirle como a padre, contarle nuestros trabajos y pedirle remedio para ellos, entendiendo que no somos dignas de ser sus hijas.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Queridos amigos/as del Centro Dari, como os decía ayer en mi correo, voy a ir poniendo en nuestro Blog, unas frases del comentario de Santa Teresa al Padrenuestro, en estas semanas hasta que empecemos los encuentros de Lectura y Meditación y las otras actividades.

En nuestra última reunión se comentó el hecho de decir  oraciones de memoria y rutinariamente... pues el texto de Teresa nos da una idea de la profundidad a la que puede llegar la persona que sabe con quién habla.
Para Teresa la oración es una exigencia del amor. No son conceptos, ni gustos: es un "tú a tú" con el verdadero amigo. El "tú" nuestro tiene que escuchar al Maestro, porque comparte y se comparte y se comunica como amigo.
Teresa considera que Jesús reza al Padre con nosotros, de ahí que unas veces se dirija al Padre y otras a Jesús
Del comentario al Padrenuestro. (Camino de perfección Capítulos 27 al 42)

"Padre nuestro que estás en el cielo"

"En que trata del gran amor que nos mostró el Señor en las primeras palabras del Padrenuestro y lo mucho que importa no hacer ningún caso del linaje, las que de veras queréis ser hijas de Dios.
. ¡Oh Hijo de Dios y Señor mío!
¿Cómo das tanto de una vez, en las primeras palabras? Ya que te humillas tanto juntándote a nosotros y haciéndote hermano de cosa tan baja y miserable,  ¡cómo nos das en nombre de tu Padre todo lo que se puede dar, pues quieres que nos tenga por hijos? ¡ Y tu palabra no puede fallar!
Le obligas a que la cumpla, que no es pequeña carga. Pues siendo Padre nos tiene que sufrir, por graves que sean nuestras ofensas".

"Si nos volvemos a Él, como el hijo pródigo nos ha de perdonar, nos ha de consolar en nuestros trabajos, nos ha de sustentar como la ha de hacer un tal Padre, que por fuerza tiene que ser mejor que todos los padres del mundo!
 Porque en Él se cumple todo bien, y además de todo esto nos haces partícipes y herederos contigo.
. Pues, ¿no os parece, hijas, que es buen Maestro este, que para aficionarnos a que aprendamos lo que nos enseña, comienza haciéndonos tan gran merced? 
¿Os  parecerá ahora razonable, que aunque digamos vocalmente esta palabra, dejemos de entender con el entendimiento, para que se haga pedazos nuestro corazón con ver tal amor?
Buen Padre tenéis, que os lo da el buen Jesús; no se conozca aquí otro padre, para tratar con  Él.
Procurad, hijas mías, ser tales que merezcáis regalaros con Él. Y echaros en sus brazos."
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