Fuga de capitales |
DURÍSIMO DOCUMENTO DEL VATICANO CONTRA EL MERCADO DEL
CAPITALISMO SALVAJE
Roma propone un impuesto a las 'offshore' para resolver el hambre en el
mundo
La Santa Sede abogar
por crear comités éticos ante los "inmorales" productos financieros
17 de mayo de 2018 a las 13:36
La elusión fiscal de
los mercados representa una abominable sustracción de recursos a la economía
real y un daño para toda la sociedad civil
(Jesús
Bastante/Agencias).- Durísimo documento del Vaticano contra el
mercado y sus estratagemas para perpetuar su poder en el mercado
económico-financiero. Especialmente, en lo tocante a las 'offshore'que
"se han convertido en lugares de lavado de dinero 'sucio', es
decir, fruto de ganancias ilícitas (robo, fraude, corrupción,
asociación criminal, mafia, botín de guerra...)".
El documento
'Oeconomicae
et pecuniariae quaestiones', publicado al alimón por Doctrina de la
Fe y el nuevo Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, denuncia la
"elusión fiscal" de los mercados, que "representa una abominable
sustracción de recursos a la economía real y un daño para toda la sociedad
civil".
El texto
vaticano identifica riesgos, injusticias e inmoralidades en el actual sistema.
Pero sugiere también soluciones: pide mayores reglas para que todos tengan
garantías, propone un impuesto mundial sobre las transacciones
"offshore" (que podría resolver el problema del hambre en el
mundo) e invita a llevar a cabo cambios estructurales para resolver el problema
de la deuda pública de muchos países.
"Frente
a la inmensidad y omnipresencia de los actuales sistemas económico-financieros,
nos podemos sentir tentados a resignarnos al cinismo y a pensar que, con
nuestras pobres fuerzas, no podemos hacer mucho. En realidad, cada uno
de nosotros puede hacer mucho, especialmente si no se queda solo",
concluye el documento, que 'baja al barro' y concreta problemas y soluciones
ante, por ejemplo, las "burbujas especulativas", los "repentinos
colapsos ruinosos" y las crisis sistémicas.
Entre las
últimas la propuesta de la creación de comités éticos en los bancos que
controlen no solo el funcionamiento de las entidades sino también la emisión de
algunos productos financieros "inmorales".
La Santa
Sede justifica su intervención porque "está en juego el verdadero
bienestar de la mayoría de los hombres y mujeres de nuestro planeta (...)
mientras algunas minorías explotan y reservan en su propio beneficio vastos
recursos y riquezas, permaneciendo indiferentes a la condición de la
mayoría"
"En el
mundo económico y financiero se dan casos en los cuales algunos de los medios
utilizados por los mercados, aunque no sean en sí mismos inaceptables desde un
punto de vista ético, constituyen casos de inmoralidad próxima,
ocasiones en las cuales con mucha facilidad se generan abusos y fraudes",
afirma.
Cita el
reciente comercio de "algunos productos financieros" que
aunque "lícitos en sí mismos", aprovechan la situación de asimetría,
las lagunas informativas o "la debilidad contractual de una de las
partes".
Piden por
ello una "urgente autocrítica" y cambio de la cultura empresarial y
financiera, así como la posibilidad de "establecer comités éticos, dentro
de los bancos, para apoyar a los consejos de administración".
"Todo
ello para ayudar a los bancos, no sólo a preservar sus balances",
sino también "a apoyar adecuadamente la economía real", añaden.
También
consideran la necesidad de "introducir una certificación de las
autoridades públicas para todos los productos que provienen de la innovación
financiera, al fin de preservar la salud del sistema y prevenir efectos
colaterales negativos".
Explican que
es necesaria una mayor regulación, pues "entre los principales motivos de
la reciente crisis económica se hallan también conductas inmorales de
representantes del mundo financiero".
Afirman que
"una gran ayuda para evitar crisis sistémicas" sería una
clara separación de la gestión de cartera de créditos comerciales y de la de
inversión o negociación de cartera propia.
Entre los
comportamientos moralmente criticables en la gestión del ahorro, señalan
"los excesivos movimientos del portafolio de títulos, con el propósito
principal de incrementar los ingresos" y que incluyen entre otros,
"la concesión de préstamos por parte de un intermediario bancario,
subordinada a la simultánea suscripción de otros productos financieros quizás
no favorables al cliente".
Otra de las
críticas es "la creación de títulos de crédito de alto riesgo" o
"los llamados derivados".
Califica de
"deplorable, desde el punto de vista moral, cuando unos pocos - por
ejemplo importantes fondos de inversión - intentan obtener beneficios mediante
una especulación encaminada a provocar disminuciones artificiales de los
precios de los títulos de la deuda pública, sin preocuparse de
afectar negativamente o agravar la situación económica de países enteros".
Esto se
produce, dice el documento, "llegando incluso a determinar artificialmente
el funcionamiento adecuado de los sistemas políticos".
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