domingo, 23 de noviembre de 2014

NOTAS SOBRE EL RETIRO DEL 21

De la noche a la luz

"Velad porque no sabéis cuando viene el señor de la casa"

Velad
El estado de desgracia original al que aluden muchas religiones...es una comparación con la imagen del sueño. Que ha sido una construcción de nuestra mente. La vida es sueño dice el autor. Un proverbio oriental lo dice así "la vida es estar dormido...el despertar es en la muerte"
La ceguera también aparece en el Evangelio, y en S. Pablo "salid de la noche y entrad en el día". La ceguera es una llamada a la luz. 
Las etapas del sueño son: La separación primera que experimenta el bebé al nacer produce una primera coraza. Luego los miedos producen una segunda coraza, una venda que se va creando.
La imitación de los padres o educadores, es otra coraza o ceguera: soy la imagen que me han dado mis progenitores.
Jesús urge para que salgamos de ese sueño y hacerlo antes de morir. A eso Jesús le llama conversión
.
Claves para ese proceso de despertar: El Evangelio de Lucas a propósito de ese camino de retorno a nuestra propia identidad propone: "el hijo pródigo" o camino de retorno y Emaús, va preparando el camino de retorno, de una ceguera llegan a la luz e inician el retorno hacia Jesús.
En ese despertar: hay que hacer un vaciamiento de lo que no es Dios, no tiene que ver con una ascética, es más bien un proceso de darse cuenta. Desalojo del ego que va llenándose de la PRESENCIA.
Fil 2 5-11 "Siendo de condición divina Cristo no hizo alarde de su divinidad sino que se vació..."
El ego es depredador, la vida poseída, arrebatada, no lleva a la desposesión...Ir desapropiándonos dejando que Dios nos llene, es despertar. "Tened la cintura ceñida y la lámpara encendida para hacer el camino"
No desear nada, no saber nada... no se trata de atrapar a Dios, sino de dejarnos divinizar. Despertar en mística se llama silencio.

El silencio para que el Padre pueda engendrar al Hijo en cada uno de nosotros. El silencio no es tanto el silencio de ruido como el silencio del ego, acallar la mente para crear ese vacío, se trata de dejar a Dios ser Dios en nosotros.
A medida que vamos despertando vamos sintonizando con el Evangelio. Las bienaventuranzas se van conociendo por medio de la conversión y no por un conocimiento mental. Otro rasgo de estar despiertos es el dinamismo creador que se produce en nosotros, es transformador.
La cualidad de estar en vela nos da la capacidad de llevar la verdad a su plenitud con el Espíritu Santo.

Todo este proceso se puede ejemplarizar con la dinámica de la respiración. Es como una metáfora de estar despiertos.
Inspirar: acoger... la expiración es: entregar. Entre uno y otro hay un instante de contención, es para recomponernos, mantener nuestros límites. No se pierde nuestra individualidad.

Estad en vela... despertad. El Espíritu os irá conduciendo.

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