INTRODUCCIÓN AL PROGRAMA: ¿Qué
es la salvación? ¿DE QUÉ NOS SALVA CRISTO?
por serafín béjar
eMPIEZA TRAYENDO EL
TEMA A LA PERSONA: JESÚS Y MI SALVACIÓN
Y lo primero es la pregunta ¿Quién soy yo?
Para contestar a esta pregunta hay dos caminos: uno corto y
uno largo
El camino corto: yo
conmigo mismo, es la filosofía de Descartes “pienso luego existo” por este camino y el de la modernidad se
corta las relación con los demás
relación que es esencial para el conocimiento propio. Predomina el
individuo.
El camino largo: lo propone el filósofo francés Paul
Ricoeur. Comporta tres puertos de montaña
Primer puerto: Los grandes textos de la literatura universal
Segundo puerto: Los grandes símbolos de todas las culturas
Tercero: Los otros.
No puedo saber quién soy sin los otros. Existo gracias a los otros. Yo soy
porque tú eres.
La filosofía de la modernidad se quedó en el individuo. La del siglo XX recupera la persona
TEXTOS Y SÍMBOLOS.
1er texto: Pulgarcito
que cree salir del bosque donde está perdido con las migas de pan que ha ido
dejando en el camino. Ya sabemos el final: cuanto
más avanza más se pierde. Noche, miedo… De aquí sacamos el símbolo de la PÉRDIDA. El ser humano es un ser
perdido.
Relacionado con la salvación: perdidos / encontrados
Segundo texto: La caverna
de Platón. Es el estado en que se encuentra la naturaleza humana. Cree que
las sombras que ve proyectadas en la caverna son la realidad, y si se volviera
hacia la luz se cegaría, sentiría dolor no vería, luego cree que la realidad es
lo que había dentro. Este texto nos lleva al símbolo de lo que somos la CEGUERA, creemos ver sin ver. (Miremos
nuestra propia biografía)
Último texto: Cap. 7 de la epístola a los romanos.
Estoy vendido como esclavo al pecado…hago lo que no quiero y no hago lo que
deseo, no soy capaz de hacerlo… lo hace el pecado que está en mí, me tiene
preso… sólo Dios me sacará de ahí. Y es que tenemos una libertad relativa.
Símbolo que deducimos: la ESCLAVITUD.
Tú y yo, en cierta manera estamos esclavizados. ¿De qué nos salva Cristo?
Somos alguien perdido, ciego, esclavizado, pues el anhelo de salvación está ahí en
nosotros. ¿De qué nos salva Cristo?
De esas tres cosas.
Otro relato es la Odisea, aquí aparece la nostalgia del
hogar y de la patria… ¿Por qué nos sentimos nostálgicos de una patria tan
deseada? Nuestra propia existencia: miremos:
Yo y el mundo, Yo y
los otros, Yo y mi mismo.
Yo y el mundo:
están las grandes catástrofes y la enfermedad que suponen límites, contra los
que no podemos nada. En Grecia aparece la idea de DESTINO, de fatalidad; eran
los oráculos los encargados de predecir… y ahí irrumpe Jesucristo que libera de
la fatalidad. El cristianismo ve el mal como pecado, pero para él todo es
recuperable, abre al futuro e introduce optimismo en aquel mundo de fatalidad.
Aquí va a aparecer la enfermedad y Jesús
médico nos salva de la fatalidad. (Este tema lo abordará Mariola
López V.)
Yo y los otros:
ahí aparece la familia: lugar de
cuidado y de herida. La economía:
pensar que somos aquello que nos falta, carencia que aprovecha la publicidad
para arrastrarnos al consumo. Se llega a pensar que soy lo que puedo comprar,
es el triunfo del mercado. La política,
el deseo de poder. Relato de Herodes que se sobresalta, le da miedo y
miente, porque ese niño que ha nacido
puede ser un peligro para su poder. También vemos la lucha por el poder en nuestras vidas: el matrimonio es una lucha
por el poder y origen del conflicto. De ahí que propongamos Jesús reconciliador (Lo tratará Luciano Audisio)
Yo mismo conmigo
mismo: Tenemos como una maldad interiorizada en nosotros. La iglesia le
llama pecado. No es un asunto de moral, es clave de nuestro enigma. Tendemos a
exculparnos. Pero a veces se comete el mal porque sí, sin razón alguna. Luego
eso está necesitado de salvación, Cristo
Redentor (Aquí nos introducirá en
el tema Ignacio Rojas)
Yo con la vida:
El tema aquí es la muerte “El hombre es un ser para la muerte” decía el
filósofo alemán. Yo hablaría aquí más que de la muerte nuestra, de la muerte
del inocente. Tema que se impuso a la conciencia de humanidad con el holocausto
¿quién hará justicia a las víctimas? Nosotros no podemos nada. Nostalgia de una
justicia cumplida… justicia que se espera del totalmente Otro. Qué sentido tiene
la vida sin una visión del que ha vencido a la muerte: ha resucitado.
Salvar: recibir un don definitivo, y que nos descarga y nos
colma: ese es Jesús que nos da sentido.
(Lo aborda J.A. Estrada)
La conferencia fue seguida de una serie de preguntas que
darían materia para otras cuantas conferencias: El destino, todavía presente en
algunas mentalidades. El pecado
original, versión tradicional y otras…
Conclusión: la
salvación es “extra-nos” No podemos salvarnos por nosotros mismos
No hay comentarios:
Publicar un comentario