jueves, 21 de marzo de 2024

Triduo pascual. Iconos para contemplar.

El Triduo Pascual es la celebración más importante para los cristianos, recordamos los misterios de nuestra salvación: la muerte y la resurrección de Jesús, el Dios que quiso vivir la condición humana para redimirla dando a la vida la última palabra. Esta realidad solo es accesible desde la fe, más en los tiempos de impotencia y sufrimiento que vivimos; pero la fe puede ser avivada por la contemplación y celebración de los misterios pascuales. 

Jueves santo Jesús muestra a los discípulos, y a nosotros, cómo es este amor que Él mismo vivió hasta dar la su vida, con un gesto: lavar los pies, trabajo que hacían los esclavos. 
Contempla a Jesús levantándose, quitándose el manto, ciñéndose la toalla, tomando la jarra y la jofaina y poniéndose de rodillas delante de cada uno de los discípulos para lavarles los pies. Es una manera de estar ante lo sucio, los defectos, los fallos...todo eso que a nosotros nos lleva a juzgar con severidad, a criticar, a distanciarnos...a él le impulsa a acercarse, a ponerse de rodillas para lavarlo y devolverlo al otro la posibilidad de continuar caminando. 

Viernes santo  Abbá, en la oscuridad del viernes santo, solo nos quedas Tú. Tú eres nuestro refugio, nuestra esperanza, nuestra victoria. Nos ponemos en tus manos. Te entregamos nuestro espíritu. Sabemos, Abbá, que contigo nunca quedaremos defraudados.   
             
Sábado santo. El día del silencio, de la soledad, de la desesperanza...día donde todas las preguntas quedan sin respuestas: ¿Por qué? ¿hasta cuando?....
María es el prototipo de la mujer del Sábado santo, capaz de esperar en la hora del silencio. Capaz de mantener la esperanza en ese tiempo intermedio, entre la noche oscura y el amanecer radiante...Sólo sabemos que estuvo ahí siempre...Y así nos habla de dimensiones vitales: la firmeza, el silencio fértil, la aceptación de lo que la vida tiene de cruz, y la fe en la promesa de lo que aún ha de llegar. 

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