Hace unas semanas, en el grupo de oración y lectura, terminamos la lectura de un pequeño libro, en tamaño pero grande en enseñanzas de Vida.
Las mujeres
que fueron al sepulcro, de Ianire Angulo Ordorika. 
El libro narra cómo tres mujeres, con rostros y nombres, van en busca del cadáver de su maestro para velarlo, y se encuentran con la Vida¡ Ha Resucitado! Como discípulas, María Magdalena, Salomé y María la de Santiago, son llamadas a anunciar el Kerigma, la Buena Noticia de la Resurrección.
Una persona del grupo comparte lo que le ha llamada la atención del libro.
Ha sido el último libro leído y trabajado en este curso por el grupo de lectura. Para mí ha sido un verdadero regalo.
Me ha ayudado en la experiencia de fe, porque da esperanza y ánimo en el seguimiento de Jesús, con todo lo que eso implica.
Me ha dado una
visión más profunda del evangelio. La posibilidad de ahondar en nuestro
conocimiento personal con sus luces y sus sombras, sintiéndonos habitadas
por Jesús, nuestro hermano, Maestro y compañero de camino.
A través de
los diferentes apartados del libro, Ianire Angulo, la autora, presenta aspectos
y contenidos desconocidos para mí, como:
El valor de
sostener la mirada ante la Cruz, para acoger la experiencia del Resucitado.
El significado
simbólico y espiritual que encierra mover la piedra que tapa el Sepulcro,
"mover" nuestras propias piedras, el miedo, los duelos... que nos impiden encontrarle.
El significado simbólico de Galilea, nuestra "Galilea" como espacio existencial de nuestro cotidiano.
Rosario Higueras Díaz
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