Gustavo Gutierrez: Inició la Teología de la liberación |
"Vive con un pie en medio de los más pobres y otro pie en la reflexión teológica"
Hemos podido participar de los dos mundos: del conocimiento teológico más
lúcido y de la sabiduría de los humildes de la Tierra, en los cuales hemos
encontrado y seguimos encontrando el Cristo crucificado que quiere resucitar
(Leonardo Boff).- El día 6 de junio, en Lima, se celebraron
los 90 años de Gustavo Gutiérrez, el primero en dar forma
sistemática a la Teología de la Liberación en 1971.
Es un descendiente de indígenas, hasta los 17 años estuvo en
una silla de ruedas debido a la poliomielitis. Después fue operado, posee una
pierna más corta que la otra. Vive con un pie en medio de los más pobres y otro
pie en la reflexión teológica.
Hace justicia a un homenaje que viene del mundo entero. Amigo de
muchos años, hemos trabajado juntos muchas veces. Tal vez lo mejor de él
sea su profunda espiritualidad de donde nace su compromiso con aquellos que
mueren antes de tiempo y su fecunda teología. Aquí va mi pequeño homenaje.
Querido amigo y compañero en las tribulaciones y en las alegrías, Gustavo
Gutiérrez:
Al llegar a tus 90 años, quiero antes de más nada, agradecer a Dios que nos
ha dado tu existencia y tu servicio a los pobres, a la Iglesia y aún a
la humanidad.
Juntos, el Espíritu nos ha permitido articular el discurso pertinente de la
teología con el universo de los pobres y excluidos de nuestro
Continente. De este encuentro nació una espiritualidad de los ojos abiertos y
de las manos operosas.
Hemos podido participar de los dos mundos: del conocimiento teológico más
lúcido y de la sabiduría de los humildes de la Tierra, en los cuales hemos
encontrado y seguimos encontrando el Cristo crucificado que quiere
resucitar. Fuiste tú el primero en inaugurar este kairós del
pensamiento teológico y de la práctica que vienen bajo el nombre Teología de la
Liberación.
Lo que escribiste son joyas del espíritu que honran a la inteligencia de la
fe y que magnifican la eminente dignidad de los hijos e hijas de la pobreza.
Por ti la humanidad puede enorgullecerse porque encontró un hijo suyo que
amó la vida desde las víctimas y se puso al servicio de los que menos vida
tienen.
Sé que, a esta altura de la vida, tú recuerdas los días pasados, pero
tienes los ojos volcados hacia la eternidad.
Recibe, querido y entrañable amigo, de tu amigo y compañero en las
tribulaciones y mucho más en las alegrías, nuestro abrazo fraterno y los mejores
votos por tu cumpleaños, por tus 90 años de vida, con nuestras plegarias ante
el Señor. Lo hago en nombre de tantos amigos y amigas tuyos y míos de Brasil
que siempre te hemos acompañado y aprendido tanto de ti.
Leonardo Boff, teologus peregrinus.
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