CUENTO DE NAVIDAD 2018
“Brincan y bailan los peces en el río
por ver al Niño Dios nacido”
CARTA
A LAS PERSONAS QUE VIVEN CON “PRISA”
Y
NO CAEN EN LA CUENTA DE LAS BUENAS NOTICIAS
Sevilla Navidad 2018
Hola, soy Clara y tengo seis años.
Esta Navidad ha estado llena de
sorpresas inesperadas. Os cuento.
Como el año pasado puse el Nacimiento en
el salón. El Portal, los caminos de serrín, las figuritas del belén,
un río de papel de plata, que terminaba en un mar de papel de plata. También peces de colores y en el mar barcos.
Los peces se movían mucho y parecía que
querían escaparse al mar. Yo volvía a ordenarlos. Un día los encontré en el mar
escondidos entre los barcos y al día siguiente habían desaparecido y también
los barcos. ¿Dónde estaban? Volví a hacer más peces y más barcos y ocurrió lo
mismo, salieron al mar y desaparecieron.
La gran sorpresa fue la víspera de
Navidad. El mar y el río de papel de plata estaban llenos de peces de
diferentes formas y colores y los barcos llenos de mensajes. Me acerqué a un
pez muy grande con unos dientes enormes y le pregunté, qué hacían en mi
Nacimiento.
—Venimos de todos los ríos, mares y océanos
del mundo. Yo soy el tiburón. Tus peces de colores nos han anunciado, brincando
de alegría, que ha nacido el Niño Dios y venimos a adorarlo. Después volveremos
a nuestros ríos, mares y océanos.
—Pero con esos dientes ¿no te acercarás
al Niño?
—No tengas miedo, el dentista de los
tiburones me ha regalado una funda para no asustar.
El mar cada vez era más grande y el río
más ancho.
El Niño Dios nació a las doce de la
noche. María sonreía. San José los cuidaba. Los ángeles decían: ¡Gloria! ¡Paz en la tierra! Los pastores anunciaban:
¡Ha nacido el Salvador! Los peces de todo el mundo, brincaban y bailaban de
alegría.
Un barco, que estaba en el mar de papel
de plata, atracó al lado del Portal. María, José y el Niño subieron al barco. Los pastores
también. La lavandera, la castañera y la panadera embarcaron en
otros barcos igual que las demás
figuritas del Belén. Herodes no pudo navegar, porque no quiso reconocer la
buena noticia de Dios hecho Niño.
Al día siguiente de Navidad, mi
Nacimiento volvió a la realidad con algunos cambios. La cuna del Niño era ahora
un barco de papel. Los barcos anclados en el mar estaban llenos de mensajes de
todo el mundo.
Los peces en el río brincaban, con tal
fuerza que conseguían darme un beso. Yo saltaba como ellos y les decía: La
noticia de la Navidad ha llegado a todo el mundo gracias a vosotros.
Un abrazo Clara
CLARA
ABRE ALGUNOS MENSAJES
MENSAJE:
Soy Sofía, vivo en Nigeria. Dile al Niño
que nos traiga la paz.
MENSAJE:
Soy Jeiner, vivo en Perú. Tuve un amigo
que me ayudó a estudiar una carrera. Ahora soy yo el que ayudo a otros amigos.
MENSAJE:
Soy Claire, vivo en Alemania. Le regalo
mis juguetes al Niño.
MENSAJE:
Soy Gamaliel, vivo en el Belén de 2018. Dile
al Niño, que desaparezcan los muros, que nos separan. Que los caminos sean
libres.
MENSAJE:
Soy María, vivo en las tierras de
Oceanía. La noticia del nacimiento del Niño me la dio el pez naranja de mi
pecera.
MENSAJE:
Soy Elio, un niño de los países de
Oriente. Le regalo al Niño Dios un beso muy grande.
MENSAJE:
Me llaman
Tina, vivo en un campo de refugiados. Niño Dios, te quiero mucho. Me perdí
cuando era una niña muy pequeña. No tengo nombre. Quiero un nombre, una
mamá, unos hermanos y un papá.
TU MENSAJE: Soy…
El Niño Dios, que anuncian los peces de este
cuento
nos regala: bondad, generosidad, buen
humor y paz.
Elementos necesarios para la mejora de
la economía mundial.
Garantizado.
María del Carmen Ramos Pueyo
Sevilla Navidad 2018
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