Queridos amigos, cuesta decir hoy Feliz Navidad, ahora que la humanidad siente el frío de la guerra en tantos lugares, la pobreza de muchos, la insolidaridad, el terror, el fanatismo, estamos tensos, agitados...pero estamos en este tiempo de Adviento, que es tiempo de esperanza, en espera de tiempos mejores, tiempos en los que encontrar el sentido de las cosas, del camino, y de tantas búsquedas. En espera de que "las espadas se forjen en arados y las lanzas en podaderas". Is 2, 2-5
Y después de la espera, habrá Navidad y se cumplirá el anuncio del evangelio de Lucas: Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que viene de lo alto para iluminar nuestros pasos por el camino de la Paz. Lc 1, 78
Si nos acercamos a la cueva de Belén, encontramos la ternura y el amor de Dios que se inclina hasta nuestros límites, nuestras debilidades..."siendo Él de condición divina"... Es el culmen del amor de Dios por la humanidad. Es el Amor que dura por siempre. Es ese dulce rostro que arde y nos devuelve el amor con la Vida. Sí, habrá Navidad porque Él nunca falla.
A nosotros nos toca abrir el corazón a las heridas de este mundo, empatizar y solidarizarnos con tanto sufrimiento humano, pedir y suplicar la Paz, la concordia y la fraternidad para nuestro mundo.
¡Feliz Navidad!
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