martes, 8 de marzo de 2022

******* DiaDeLaMujer *******

 Solidaridad entre mujeres

Una mujer se sentó a mi lado en el autobús. Tenía ganas de hablar y la escuché. Pronto la llamaron al móvil, era otra mujer que parecía tener un problema. Ella la escuchaba y repetía, “Es que eso no puede ser”,  “mi hija usted no debe aguantar más”… Y se iba enfureciendo según la escuchaba. Cuando colgó me contó, que la señora donde trabajaba su compañera, le ha dicho que en su casa no debía tomarse tiempo para el desayuno. No estaba en el contrato. Seguimos charlando y en el corto tiempo que duró nuestro trayecto sentí que, aunque me faltaban datos para juzgar el hecho, algo debería cambiar en esa relación laboral y entre mujeres.

Me quedé pensando y busqué información al llegar a casa ¿Cuántas mujeres trabajan en España como “empleadas del hogar”. Pues unas 700.000 mujeres y algunos hombres. Sé que de este colectivo la mayoría son migrantes, allí dejan a sus propios hijos o padres ancianos al cuidado de otros miembros de la familia y buscan un  trabajo ocupándose de los “cuidados” que otras mujeres no pueden realizar porque trabajan fuera de casa.. En sus manos dejan los cuidados de los niños o ancianos, enfermos;  limpian, y algunas se quedan internas. Se hacen imprescindibles, de hecho, en tiempo de pandemia muchas siguieron trabajando.

Sin embargo, a nivel de derechos, muchas de estas mujeres son invisibles e infravaloradas. Si no tienen papeles, su sueldo queda a criterio de la empleadora y también el horario, permisos, bajas por enfermedad, etc.

¿Quién vela por los derechos humanos de estas trabajadoras? Sé que hay algunas ONGs que se ocupan de ayudarles, pero mi llamada hoy va dirigida a las mujeres empleadoras, entre las cuales me encuentro, siento que deberíamos ser las primeras defensoras de sus derechos. Empecemos por revisar el salario ¿se ajusta a lo establecido?. Revisemos también horas de trabajo, días de descanso, ayudas para orientarlas en su regularización en el país…

Pero junto a esto, que no es poco, yo me atrevo a pedir “Solidaridad de mujer a mujer”. Si ellas se ocupan de los cuidados de los nuestros, cuidémoslas a ellas, ofrezcámosle: respeto, buen trato, agradecimiento, favorezcamos que se sientan valoradas en lo que hacen, preguntémosle por su familia que ha quedado tan lejos. La acogida, el afecto hace mucho bien, aumenta la autoestima y hasta el rendimiento en el trabajo. La solidaridad entre mujeres hace la vida más humana y, estoy segura de que todos y todas salimos ganando.

María Medina

No hay comentarios:

Publicar un comentario