sábado, 12 de marzo de 2022

Que el único poder sobre la tierra sea el de tu infinito Amor

La guerra
Si suenan tambores de lucha,
de tristeza y desaliento;
si se alza la lanza del poderoso,
se extienden las lenguas de fuego
y se desborda el océano de la avaricia...
 
Entonces..., no llegará la primavera.
 
Si de las nubes llueve metal,
y el humo oculta al sol;
si la tierra fértil se torna en erial,
arden los bosques
y reina el caos y el desamor...
 
Entonces..., no llegará la primavera.
 
Si no apaciguamos nuestras iras,
rencores y desamores,
si no se despeja la bruma de la noche,
si no dejamos crecer las flores,
y arden sus retoños...
 
Entonces... , llegará la guerra.
 
Deja, Señor, que las amapolas
se extiendan como mareas
sobre los verdes campos:
inunda nuestro pecho despiadado
con el aire fresco de tu misericordia.
Haz que el monstruo del egoísmo
duerma con sueño eterno,
que el único poder sobre la tierra
sea el de tu infinito Amor.
 
Mercedes Maroto

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